Comunicado de prensa - octubre 2, 2014
La organización ecologista recuerda que el comisario de Competencia planea conceder estas ayudas después de haberlas restringido a las renovables
Greenpeace pide al comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, que no conceda fondos públicos a las nucleares tras leer un documento filtrado y publicado por la revista alemana Der Spiegel [1], que desvela que están a punto de aprobarse ingentes cantidades de fondos públicos para la construcción y operación de los dos reactores nucleares en Hinkley Point C (Reino Unido). Se trata de un proyecto liderado por la compañía eléctrica francesa EDF con inversores extranjeros (China), que sin embargo repercute a los contribuyentes el coste financiero y ambiental.
"Si se aprueba este acuerdo, la Comisión Europea saliente estará permitiendo en Bruselas el atraco del siglo. Los contribuyentes se quedarán pagando una de las centrales eléctricas más caras del mundo, y también las consecuencias cuando las cosas vayan mal, mientras que EDF se lleva los subsidios", ha declarado Andrea Carta, asesor jurídico de Greenpeace en la Unión Europea.
Greenpeace recuerda que Almunia restringió las ayudas a las energías renovables [2]. Ahora, solo días antes de que la Comisión actual termine su mandato, la Unión Europea podría permitir por primera vez que los contribuyentes financien la construcción de centrales nucleares en Europa. Austria ya ha reaccionado airadamente ante este plan, amenazando con la impugnación ante el Tribunal Europeo de Justicia [3]. El comisario saliente de Energía, Günther Oettinger, el año pasado describió el plan como "soviet" [4].
"Los comisarios que voten la próxima semana deberían pensar seriamente en la amenaza a generaciones de europeos y poner fin a esta locura [5]", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace España. "El Partido Socialista del que Almunia forma parte también deberá dejar claro el modelo energético que apoya: el nuclear o el renovable".
El documento filtrado y elaborado por el comisario de Competencia saliente, Joaquín Almunia, con el apoyo del presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, recomienda que el proyecto presentado por el Gobierno del Reino Unido se apruebe sin cambios casi en su totalidad.
Es un giro de 180º después de que en diciembre de 2013 la Comisión planteara dudas sobre casi todos los aspectos del proyecto, afirmando que el "las ayudas son incompatibles en virtud de las reglas y principios de las ayudas estatales de la UE".
El documento filtrado incluye:
- Una garantía a EDF para vender la electricidad a más del doble del actual precio al por mayor por un periodo sin precedentes de 35 años.
- La posibilidad de revisar el precio después de 15 y 25 años, si los costes de operación son más altos que los esperados.
- Una garantía del Estado si el operador francés de la planta, EDF, y sus socios chinos, por defecto.
- Un "seguro" por los posibles futuros cambios en las políticas del Reino Unido en materia de energía, energía nuclear o medio ambiente.
- Ningún cambio a las condiciones si la construcción se retrasa hasta cuatro años ( está programada para durar de ocho a diez años).
- El documento filtrado de la Comisión no dice cuánto pagaría EDF por la eliminación de residuos radiactivos y el desmantelamiento.