Un grupo de 80 activistas, apoyados por el barco de Greenpeace Rainbow Warrior, han intentado parar esta mañana la llegada del petrolero ruso Mikhail Ulyanov al puerto de Róterdam (Países Bajos), ya que este buque transporta la primera partida de petróleo extraído de aguas abiertas del Ártico ruso. Los activistas exigen una prohibición de las prospecciones en el Ártico y un cambio a energías renovables.
Cabe destacar que este petróleo ha sido extraído desde la controvertida plataforma Prirazlomanaya, donde el pasado otoño un grupo de activistas de Greenpeace, algunos de los cuales han participado también en la acción de hoy, trataron de impedir que esta plataforma extrajera petróleo de aguas abiertas en el Ártico.
Un grupo de activistas ha pintado “No Arctic Oil” en grandes letras en el casco del Mikhail Ulyanov, mientras otro, a bordo de barcas neumáticas, han intentado impedir que el barco atraque en el puerto de Róterdam. Peter Wilcox, el capitán detenido durante dos meses en Rusia, es hoy además el capitán del Rainbow Warrior.
“30 de nosostros fuimos a prisión por denunciar el peligro de la extracción de petróleo en el Ártico, y nos negamos hoy a ser intimidados. Este buque es el primer ejemplo de la carrera por destruir el Ártico, un lugar de belleza increíble que se está derritiendo rápidamente. Estoy con cinco millones de personas más que rechazan el beneficio de unos pocos frente al futuro del planeta”, ha declarado desde el puerto de Róterdam Faiza Oulahsen, también detenida en Rusia.
El petrolero de 258 metros de eslora transporta el primer crudo extraído desde la plataforma Prirazlomanaya, perteneciente a Gazprom, se localizada en el mar de Pechora, y fue el escenario de la desproporcionada actuación por parte de las autoridades rusas tras la acción pacífica de los activistas de Greenpeace, que llevó a toda su tripulación, 28 activistas y dos periodistas independientes, a ser detenidos y a pasar dos meses en una cárcel rusa.
Greenpeace pide el final de las prospecciones en todo el Ártico pero también en todos los rincones del planeta. La asociación ecologista denuncia a Shell, BP y Statoil por sus ambiciones en el Ártico además de sus acuerdos con las compañías energéticas rusas.
“Cada vez es más claro que nuestra dependencia del gas y del petróleo es la mayor amenaza, no sólo para el medio ambiente sino para la seguridad global. El petróleo del Ártico representa una nueva y peligrosa forma de dependencia de gigantes petrolíferos rusos en un momento en que nos deberíamos liberar de su influencia. No podemos esperar ninguna política exterior ética mientras nuestros gobiernos dependen de empresas como BP, Shell y Gazprom”, declara Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional.
La campaña de Greenpeace Salva el Ártico ha recogido más de cinco millones de firmas, incluyendo las de líderes mundiales, directores de grandes empresas y algunos premios Nobel de la Paz.
NOTA: Un resumen sobre el primer petróleo de aguas abiertas del Ártico está disponible en: http://www.greenpeace.org/espana/es/Informes-2014/Abril/Rompiendo-el-hieloEl-primer-petroleo-de-aguas-abiertas-del-Artico-Introduccion/
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