Comunicado de prensa - noviembre 25, 2013
Hoy ha concluido en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) la reunión anual de la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA o ICCAT por sus siglas en inglés) que comenzó el pasado día 18 para debatir la gestión de las pesquerías de túnidos en el Océano Atlántico.
Pese a los presiones de varios países mediterráneos, la cuota de pesca del atún rojo del Mediterráneo se ha mantenido en el TAC (captura total permitida) actual (13.400 toneladas), a la espera de que el Comité Científico de la CICAA realice una evaluación más precisa del estado de la pesquería. Sin embargo, no fue adoptada ninguna propuesta que garantice la financiación necesaria para el programa de investigación científica sobre el atún rojo.
"Muchos países persiguen aumentar la cuota de atún rojo del Mediterráneo pese a las incertidumbres sobre la recuperación del stock. Pero por otro lado, pocos parecen interesados en crear las condiciones para que los científicos puedan hacer su trabajo. No debería pescarse más atún rojo hasta que se asegurase que no se repetirán los errores del pasado y eso, entre otras cosas, implica mejorar el conocimiento de la biología y la dinámica de la especie", ha declarado Sebastián Losada, representante de Greenpeace que ha asistido a la reunión.
La pesquería de atún rojo llegó a ser descrita por un panel internacional de expertos como una "parodia" de la gestión pesquera. En 2006 las capturas reales llegaron a cifrarse en más de 60.000 toneladas, casi el doble de la cuota existente entonces, debido a los desmanes en la industria de engorde de atún rojo. Mientras el Comité Científico de la CICAA alertaba del peligro de colapso del stock, los Gobiernos que forman esta Comisión se negaban a seguir las recomendaciones científicas. En 2009 y ante la amenaza de que el comercio internacional de la especie fuera prohibido, se aprobó una rebaja substancial de la cuota, que la redujo de las 32.000 toneladas de 2006 a las 13.500 en 2010.
En cuanto al atún rojo una noticia positiva es la introducción de nuevos requisitos para estimar las cantidades pescadas por la flota industrial de cerco y destinadas al engorde de atún, con la aprobación de nuevas especificaciones técnicas para el uso obligatorio de cámaras estereoscópicas. En este apartado, el Gobierno español ha destinado importantes recursos para mejorar la estimación de las capturas, un aspecto que Greenpeace valora positivamente.
Por otro lado, desgraciadamente la CICAA ha rechazado importantes propuestas para poner fin a la práctica del "aleteo" (también conocido como finning) al exigir el desembarco de las aletas de tiburón adheridas al cuerpo; ha rechazado restringir las capturas de marrajo dientuso al imponer una cuota de captura; y no ha aprobado la propuesta para prohibir las capturas de marrajo sardinero, ante la oposición de los países asiáticos. La conservación de varias especies de tiburones sigue siendo una asignatura pendiente de esta Comisión.
La lucha contra la pesca ilegal tampoco ha salido bien parada. Varios países africanos rechazaron una propuesta de Estados Unidos para mejorar los sistemas de seguimiento de buques (VMS) y el programa de observadores regionales para la pesquería de túnidos tropicales no funcionará el año que viene pese a que así había sido acordado. Igualmente, las propuestas para mejorar el programa de documentación de capturas de túnidos tropicales fueron rechazadas.
"La falta de progreso en la lucha contra la pesca ilegal y la mejora del control de las actividades pesqueras de la flota es alarmante. Son demasiados años escuchando a los Gobiernos hablar de lo importante que es luchar contra la pesca ilegal y de seguir viendo como las acciones de muchos de ellos no acompañan", ha concluido Losada.