Comunicado de prensa - febrero 21, 2013
Esta semana da comienzo la campaña de pesca de especies como la caballa o el verdel en el caladero Cantábrico Noroeste. Las cofradías implicadas se reunirán este jueves para decidir el porcentaje de cuota del total asignado por la Unión Europea (UE) a España que le corresponde a cada segmento de la flota.
Greenpeace demanda al Ministerio de Medio Ambiente que de esta reunión salga un reparto justo de cuotas que beneficie a las pesquerías más sostenibles, porque generan más empleo y respetan el medio marino.
Esta negociación está fuertemente marcada por la sanción que España ha recibido de la Unión Europea que reduce cuota a repartir de 17.000 toneladas a unas 8.000.
Estas toneladas se repartiran principalmente entre las flotas de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi, comunidades autónomas cuya flota es mayoritariamente artesanal. Por ejemplo, en Galicia la bajura representa el 87% de la pesca y en Euskadi el 76% (2). En todo el arco cantábrico, este tipo de embarcaciones sumaría unas 5.000.
A pesar de estas cifras, el sector del arrastre, que cuenta con un número muy inferior de embarcaciones (1,9% de la flota gallega), recibe una cuota similar a la de la flota artesanal, un 30%, mientras que toda la flota artesanal debe repartirse un 35%.
Greenpeace demanda un reparto justo de las cuotas pesqueras que atienda a criterios de sostenibilidad y socioeconómicos, y que sean establecidas de acuerdo a criterios científicos.
"Es evidente que el Ministerio fomenta una pesca destructiva que, de seguir así, acabará con las pesquerías de la zona y con el futuro de los pescadores", ha declarado Celia Ojeda, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace. "Resulta incomprensible que otras flotas con mayor número de barcos como la artesanal o el cerco, tengan una capacidad de negociación tan reducida y reciban menos cuota, cuando son las artes menores las que generan empleo y crean riqueza y empleo en las comunidades costeras", ha concluido Ojeda.