Comunicado de prensa - abril 23, 2013
Representantes y activistas de Greenpeace están presenten en la reunión general anual de multinacional suiza de los agroquímicos Syngenta en Basilea, Suiza, con el objetivo de alertar a los accionistas sobre el papel de la empresa en la disminución global de las poblaciones de abejas. Numerosos estudios científicos vinculan el plaguicida estrella de Syngenta, el tiametoxam, a esta disminución.
Mientras un grupo de activistas de Greenpeace y apicultores se manifiestan pacíficamente ante la asamblea de accionistas, representantes de Greenpeace y de la Coordinación Europea de Apicultura están preguntando a la junta de Syngenta cuáles serán los efectos de la probable prohibición para la reputación y la economía de la empresa. El mes pasado, la Comisión Europea presentó una propuesta para prohibir los plaguicidas tóxicos para las abejas producidos por Syngenta y Bayer.
"A menos de una semana de la votación en la UE para prohibir tres de los peores plaguicidas tóxicos para las abejas, Greenpeace ha preguntado al presidente de Syngenta, Martin Taylor, cuánto tiempo más seguirá Syngenta negando las evidencias científicas que demuestran que su producto está relacionado con la disminución de las abejas a nivel global", ha afirmado Matthias Wüethrich, responsable de la campaña de Agricultura Ecológica y del Proyecto europeo para salvar las abejas de Greenpeace Suiza. "Mientras las multinacionales de la agroindustria como Syngenta y Bayer solo velan por sus beneficios, sus plaguicidas tóxicos ponen en riesgo a las abejas y otros polinizadores, sin los cuales ecosistemas enteros y la producción mundial de alimentos se verían seriamente dañados", ha concluido Wüethrich.
El lunes 29 de abril los Estados miembros de la UE votarán por segunda vez la propuesta de la Comisión para prohibir tres plaguicidas neonicotinoides (incluidos el tiametoxam de Syngenta y el imidacloprid y la clotianidina de Bayer). El pasado 15 de marzo la mayoría de los países apoyó la propuesta pero no logró alcanzar la mayoría cualificada necesaria (1). La prohibición podría entrar en vigor ya en julio de 2013, una vez que la propuesta sea aceptada por los Estados miembros de la UE o puesta en marcha por la Comisión, que tiene el poder de poner en práctica la prohibición si no se vuelve a alcanzar una mayoría cualificada. La industria de los plaguicidas montó una agresiva campaña de presión (2) para evitar esta prohibición y proteger así sus beneficios, con los costes evidentes para las abejas.
Francesco Panella, portavoz de la Coordinadora Europea de Apicultura, que asiste con Greenpeace a la reunión general anual de Syngenta, ha afirmado: "Esta prohibición sería un paso en la dirección correcta para salvar a nuestras abejas y asegurar una buena alimentación y una buena agricultura en Europa. Los neonicotinoides son tóxicos para el medio ambiente y provocan contaminación a largo plazo en el agua y suelo. Su uso generalizado, combinado con sus efectos neurotóxicos excepcionales, están contribuyendo significativamente al debilitamiento dramático y la disminución de las poblaciones de abejas y muchos otros polinizadores esenciales".
El último informe de Greenpeace, El declive de las abejas (3), mostró que la disminución de las abejas es el resultado de múltiples factores, como el cambio climático, las enfermedades y los parásitos (como el ácaro Varroa), pero también que las prácticas agrícolas industriales tienen un impacto importante. Las evidencias científicas destacan el papel mortal de algunos plaguicidas, entre ellos los neonicotinoides vendidos por Bayer y Syngenta. El informe identifica siete plaguicidas prioritarios que deberían ser prohibidos por su efecto tóxico para las abejas. La lista incluye el imidacloprid y la clotianidina de Bayer, el tiametoxam de Syngenta, el fipronil de BASF, y el clorpirifos cipermetrin y deltametrin, producidos por otras empresas. La eliminación de estas sustancias es sólo un primer paso para la protección de las abejas y la agricultura en Europa. La única solución a largo plazo es el abandono de la agricultura industrial intensiva fomentando las prácticas de la agricultura ecológica.
El 17 de abril, activistas de Greenpeace desplegaron una gran pancarta con el mensaje "Syngenta - los plaguicidas matan a las abejas" en la sede internacional de la empresa en Suiza (4). Syngenta es el líder mundial en producción de plaguicidas.
Notas:
(1) Países que votaron a favor: Suecia, Eslovenia, Polonia, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, España, Dinamarca, Chipre, Bélgica, Italia, Letonia y Malta. En contra: Eslovaquia, Rumania, Portugal, Austria, Grecia, Lituania, Irlanda, Hungría y República Checa. Abstenciones: Reino Unido, Finlandia, Estonia, Alemania y Bulgaria
(2) Corporate Europe Observatory, cartas privadas revelan el lobby agresivo de Syngenta y Bayer contra las medidas de la UE para salvar a las abejas: http://corporateeurope.org/publications/pesticides-against-pollinators
(3) "El declive de las abejas. Peligros para los polinizadores y la agricultura de Europa", Informes Técnico de la Unidad Científica de Greenpeace, abril 2013
(4) http://www.greenpeace.org/switzerland/de/News_Stories/Newsblog/bienenschuetzerinnen-und-bienenschuetzer-klag/blog/44760/