“Andalucía debe avanzar hacia un modelo más diversificado que defienda los sectores en los que ya es líder en Europa, como el de las
energías renovables y aquellos basados en el enorme potencial de la calidad ambiental de su territorio, como el turismo sostenible, la agricultura ecológica o la pesca artesanal”, ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace.
Además de
la apuesta por las energías renovables, Greenpeace ha pedido que todos los partidos políticos incorporen en sus programas la eficiencia energética,
la agricultura de calidad, la correcta gestión de los recursos naturales y el apoyo decidido al sector forestal y a la pesca artesanal, si Andalucía quiere aspirar a ser una región líder y salir de la crisis fortalecida y con un índice de paro menor.
Asimismo, para la organización ecologista la solución pasa por el desarrollo de sistemas de gestión de residuos modernos y sostenibles, la implantación de servicios de transporte eficientes e inteligentes, la defensa de la calidad del aire y de la salud de los ciudadanos y ciudadanas y el abandono de proyectos agresivos con el medio ambiente. Estos ámbitos tienen un enorme potencial como generadores de empleo y la apuesta por estos sectores supondría un avance decisivo hacia una economía baja en carbono y hacia el mantenimiento de los servicios proporcionados por los ecosistemas y la cohesión territorial.
“Los políticos andaluces deben ser responsables con el medio ambiente. Andalucía no puede permitirse el lujo de abandonar la senda de la sostenibilidad, sino que debe apostar por un modelo de crecimiento respetuoso con los valores naturales de la región como clave para generar empleo de calidad y de futuro”, ha apuntado Juande D. Fernández, delegado de Greenpeace en Andalucía.
Las propuestas de Greenpeace son: 1.Impulsar un modelo energético eficiente, inteligente y 100% renovable. Andalucía es una región líder dentro de la Unión Europea y posee los recursos naturales y la tecnología para cubrir todas sus necesidades de energía con fuentes renovables.
2.Ordenar el litoral y proteger los ecosistemas costeros. El activo económico de la costa andaluza es inigualable, su protección constituye el principal atractivo para el sector turístico, es un baluarte para la pesca costera y otras actividades artesanales asociadas a marismas y esteros. Por ello, la gestión de la costa andaluza debe enfocarse a la protección de los recursos.
3.Defender la pesca artesanal y el uso sostenible de los recursos pesqueros. La pesca y el marisqueo en Andalucía constituyen un importante pilar económico que debe cuidarse.
4.Apuesta decidida por una agricultura sostenible libre de transgénicos. Andalucía aporta el 60% de toda la producción nacional de agricultura ecológica en España, lo que la convierte en un sector clave para el futuro de la región.
5.Revitalizar el sector forestal y retiro de las plantaciones de eucaliptos en los Espacios Naturales Protegidos. El carácter multifuncional del monte y el hecho de que sostenga una parte de la actividad económica y del empleo en el medio rural otorga además un carácter estratégico al sector forestal.
6.Mejora de la calidad ambiental y protección de la salud pública reduciendo la contaminación industrial. Ante la situación en algunas zonas de Andalucía es urgente llevar a cabo un estudio que determine la responsabilidad del sector industrial contamiante.
7.Apuesta por un modelo de gestión de los residuos basado en el reciclaje y sin incineración, para lo que es necesario primero asumir el objetivo dirigido a políticas de Residuo Cero.
8.Participación, gobernanza y diálogo social. La acción política del próximo Gobierno andaluz debe adoptar principios, actitudes, conductas y actuaciones que busquen el estricto cumplimiento de la ley por parte de las administraciones públicas, una mayor transparencia, acceso a la información y participación pública.
El documento completo con las
propuestas de Greenpeace