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Greenpeace denuncia que el nuevo Código Forestal aprobado en Brasil es devastador

La organización pide a la presidenta Dilma Rousseff que vete este texto y cumpla sus promesas electorales y los acuerdos internacionales

Comunicado de prensa - abril 26, 2012
El Congreso brasileño ha aprobado graves cambios en el Código Forestal, que ponen en peligro los progresos conseguidos en la Amazonia. Greenpeace hace una llamada a la presidenta brasileña Dilma Rousseff para que vete estos cambios o correrá el riesgo de perder la Amazonia y su reputación internacional en materia de desarrollo sostenible.

jueves, 26 de abril de 2012

"Brasil ha dado un paso decisivo hacía atrás. La aprobación de los cambios en el texto del Código Forestal es una derrota para la selva amazónica y para la Presidenta Dilma. La nueva ley es un duro golpe a las promesas de Dilma para luchar contra la amnistía a delitos forestales del pasado y la pérdida de más bosques. La Presidenta Dilma tiene que tomar de nuevo el control y vetar este nuevo Código Forestal", ha afirmado Paulo Adario, director de la campaña de Amazonia en Greenpeace Brasil.

"El sector ruralista ha secuestrado el proceso político brasileño. El Parlamento, lejos del deseo del pueblo brasileño de proteger la Amazonia, ha cedido a los intereses de unos pocos", continúa Adario.

Después de años de intensa presión por parte de las grandes empresas del sector agropecuario, la clase política brasileña aprobó un texto radical del nuevo Código Forestal que dará amnistía a los criminales forestales e incrementará la superficie de bosque a destruir.

El Código Forestal tiene 76 años y es el principal instrumento que protege los bosques de Brasil incluyendo la selva amazónica. Los cambios en el texto de la normativa también comprometen los acuerdos internacionales que firmó Lula da Silva, en diciembre de 2009, durante la Conferencia sobre Cambio Climático en Copenhague, donde Brasil se comprometió a objetivos muy ambiciosos de reducción de emisiones de CO2. El último paso de esta ley recae en Dilma. El futuro de la Amazonia y de los compromisos internacionales de Brasil sobre cambio climático están bajo amenaza.

Adario añade: "El voto del Gobierno en los cambios del Código Forestal arroja una sombra oscura a la reputación de Brasil como líder global en la lucha contra la deforestación y el cambio climático. Se pone como excusa el progreso, sin embargo se ha demostrado que en los últimos años ha habido un crecimiento económico con un aumento de las exportaciones y un decrecimiento en la pérdida de bosques".

Esta decisión del Gobierno de Brasil se produce a tan sólo unas semanas de acoger a la comunidad internacional para celebrar la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible. Todas las miradas estarán puestas en la Presidenta Dilma: ella elegirá cuál es el camino para el futuro desarrollo de Brasil.

Actualmente el Rainbow Warrior está en la Amazonia, exponiendo los motivos de la deforestación y destacando las soluciones para el futuro. Greenpeace junto con la sociedad civil brasileña ha lanzado una iniciativa popular para conseguir una Ley de Deforestación Cero que sea la solución definitiva y permanente para proteger los bosques.

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