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Greenpeace pide que no se recorte en prevención de incendios para evitar situaciones como la que vive Galicia

El cambio climático, la acumulación de biomasa en los montes y la falta de inversión en prevención y extinción forman un cóctel explosivo

Comunicado de prensa - octubre 18, 2011
Ante la oleada incendiaria de Galicia (400 fuegos en los últimos cuatro días), Greenpeace denuncia el desmantelamiento prematuro de parte del operativo de lucha contra incendios que la Xunta de Galicia realizó a mediados del mes de septiembre. Esta falta de previsión, junto con la actividad incendiaria, la ausencia de lluvias, y las altas e inusuales temperaturas para esta época del año están dando como resultado uno de los peores otoños en cuanto a incendios se refiere que ha vivido la comunidad gallega.

“Si sumamos los recortes presupuestarios en la prevención y extinción de incendios al cambio climático, al abandono del monte y a la pervivencia del fenómeno incendiario en algunas zonas podemos estar incubando un desastre de proporciones desconocidas, por eso imprescindible mantener las inversiones y no bajar la guardia”, ha señalado Miguel Ángel Soto, responsable de la Campaña de Bosques y Clima de Greenpeace España.

Precisamente, el pasado mes de agosto Greenpeace presentó el informe Incendios Forestales. No podemos bajar la guardia [1], donde se analizaba que en un contexto de cambio climático como el que estamos sufriendo, los avances en la lucha contra el fuego de los últimos años están teniendo un efecto no deseado: el éxito en la extinción de incendios está generando un paisaje forestal con mayor riesgo de grandes incendios. Los expertos lo denominan “la paradoja de la extinción”.

En dicho informe Greenpeace exponía la opinión de numerosos expertos que advierten que si el aumento de la masa forestal no va acompañado de inversiones para su correcta gestión, durante los fenómenos meteorológicos extremos o inusuales los incendios tenderán a ser más virulentos y difíciles de extinguir. Estos expertos señalan que en las últimas décadas se ha conformado en gran parte del territorio español un paisaje forestal con gran cantidad de biomasa, fruto de la falta de gestión y el abandono rural. Esta falta de gestión forestal y la mayor cantidad de biomasa acumulada, debido también el mayor éxito en la extinción de incendios, está creando un paisaje con más combustible, que propicia incendios cada vez más intensos.

Greenpeace, además de alabar el esfuerzo de las Fiscalías de Medio Ambiente en la persecución de este delito, éxito reflejado en un mayor número de sentencias condenatorias, también exponía cómo la “temperatura social” ha disminuido y las encuestas de opinión reflejan que los ciudadanos relegan los incendios forestales a puestos más bajos entre los problemas medioambientales que afectan a los españoles. Al mismo tiempo que se se percibe un éxito en la lucha contra los incendios forestales y la ciudadanía deja de percibir este problema como un problema real, los ajustes presupuestarios como resultado de la crisis económica está empezando a reducir las partidas destinadas a la prevención y extinción de incendios en comunidades autónomas como Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla y León o Galicia.

“Es precisamente ahora cuando no podemos bajar la guardia y pensar que los incendios han dejado de ser un problema. Si no gestionamos la gran cantidad de biomasa acumulada, sea mediante la gestión forestal, la producción sostenible de energía, las prácticas ganaderas respetuosas con el entorno o el uso controlado del fuego, más tarde o más temprano tendremos episodios de consecuencias incalculables”, ha añadido Soto.

Greenpeace propone revisar el modelo vigente de lucha contra los incendios y evolucionar hacia una gestión global, que además de seguir apoyando y reforzando el trabajo de las Fiscalías de Medio Ambiente en la prevención y persecución del delito de incendio forestal, aborde los grandes retos derivados de la realidad forestal española donde al abandono generalizado de los montes se le añade ahora los efectos del cambio climático.

“Greenpeace apoya las propuestas de los agentes económicos y sociales que reclaman a las fuerzas políticas que el sector forestal sea un sector estratégico dentro de un nuevo modelo económico”. “El sector forestal, dentro del medio rural, es un yacimiento de empleo que permite el reequilibrio territorial y la conservación del medio ambiente al mismo tiempo. Los responsables políticos deben ver en el sector forestal una de las soluciones para salir de la crisis”, ha concluido Soto.

Notas:

[1] El informe puede ser consultado en el siguiente enlace:
http://www.greenpeace.org/espana/es/reports/Incendios-forestales-2011/

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