Comunicado de prensa - octubre 8, 2011
Ayer terminó en Panamá la última ronda de negociaciones previa a la cumbre internacional sobre cambio climático que se celebrará en Durban (Sudáfrica) a finales de este año. Greenpeace destaca algunos modestos avances, entre los que se encuentra el hecho de que las partes estén empezando a redactar los textos que serán la base de negociación para alcanzar acuerdos en Durban.
Greenpeace lamenta que este no vaya a ser todavía el año en el que quede establecido el régimen global legalmente vinculante para salvar el clima. Sin embargo, la organización ecologista destaca que en Durban pueden -y deben- darse algunos pasos cruciales para su consecución. Entre ellos se encuentra, sin duda:
la adopción de un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, lo que mantendría vivo el único instrumento legalmente vinculante que existe en la lucha internacional por el clima;
el establecimiento de una hoja de ruta para la firma de un acuerdo global, legalmente vinculante, que cubra las reducciones de emisiones a las que deben hacer frente los países que no formen parte del Protocolo.
"El papel de la Unión Europea es crucial en la construcción de este sistema legal internacional para luchar contra el cambio climático. La UE debe tomar el liderazgo y garantizar la supervivencia del Protocolo de Kioto daría un signo positivo al que el resto de países tendrían que responder. Los ministros de medio ambiente de la UE tienen la oportunidad de hacerlo en la reunión que van a mantener el lunes en Luxemburgo, esperemos que no la dejen escapar”, ha afirmado Aida Vila, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace España.
La financiación a largo plazo es otra de las cuestiones esenciales en las que se ha avanzado tímidamente en Panamá, según la organización ecologista. Es decir, los fondos que los países industrializados van a poner a disposición de los países en desarrollo de 2013 a 2020, para que estos puedan implementar estrategias de desarrollo que impliquen un menor nivel de emisiones del que alcanzarían de seguir como hasta ahora y hacer frente a los impactos del cambio climático que ya son inevitables.
"Los países más vulnerables hicieron un gran trabajo en volver a poner sobre la mesa la promesa hecha por los países desarrollados de movilizar 100.000 millones de dólares para 2020. La financiación a largo plazo para adaptación y mitigación es crucial para hacer frente al cambio climático y en Durban los países deben acordar cómo se van a movilizar esos recursos sin que haya altibajos. Sin dinero, el fondo verde para el clima será solo una buena intención", ha concluido Gustavo Ampugnani, director de campañas de Greenpeace México.
Greenpeace recuerda que quedan menos de dos meses para que empiece la cumbre climática que este año se celebra en uno de los lugares más críticamente afectados por el cambio climático: el continente africano. La organización ecologista ha pedido a los responsables políticos internacionales que trabajen para implementar los acuerdos alcanzados en Cancún y que, con la vista puesta en África, se comprometan a trabajar para alinear las reducciones de emisiones prometidas con las recomendaciones científicas. “En Cancún, los países reconocieron la necesidad de evitar un aumento de temperatura de 2ºC, así como la posibilidad de tener incluso que reducir este límite a 1,5ºC. Ha pasado un año, no hay tiempo que perder”, ha añadido Vila.