Comunicado de prensa - octubre 13, 2011
En una decisión sin precedentes, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha dado la espalda a la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y, con ello, pone en serio riesgo el futuro del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y puede provocar la descatalogación de la Reserva por parte de la Unesco.
En la reunión del Comité Español del Programa MaB, celebrada el pasado lunes 10 de octubre, la Dirección General de Montes y Espacios Naturales de la JCCLM comunicó que retiraba la propuesta de delimitación y zonificación de la RB de la Mancha Húmeda.
En la reunión anunció que no avanzarían una nueva propuesta “hasta que no se regularizasen los pozos [en el acuífero 23] y se solucione el problema del agua”. Además, anunció que se pondrían en contacto con la Confederación Hidrográfica del Guadiana para conseguir este objetivo. Ante las preguntas del Comité, la Dirección General responsable no quiso contestar si con el término ‘regularización’ quiso decir ‘legalización’.
De esta manera se echaban por tierra dos años de trabajo de administraciones, técnicos, científicos y organizaciones ecologistas que en el seno del Comité MaB pretendían dar respuesta a uno de los requerimientos que la Unesco había establecido como básico para poder archivar el expediente abierto a España (1) por haber desatendido sus compromisos de protección y gestión para con la RB de la Mancha Húmeda. Además, la Comisión Europea ha abierto otra queja contra España por la mala gestión de los acuíferos que alimentan a los numerosos humedales protegidos de la Reserva de la Biosfera.
Para las organizaciones ecologistas el paso dado por la Junta de Castilla-La Mancha es equivocado, pues no se puede condicionar de ninguna manera el desarrollo de este espacio protegido con el proceso de regularización de pozos en el acuífero 23. Esa forma de actuar es irresponsable y da alas a quienes presionan para que se les autoricen las extracciones ilegales de agua que hipotecan el futuro de los humedales de la zona.
Por el contrario, para las ONG, apostar por la Reserva de la Biosfera supone una gran oportunidad para dirigir inversiones hacia el uso sostenible del agua, como son optimizar la eficiencia en los sistemas de riego y reducir a la mitad el volumen de agua usado para el regadío, actuaciones previstas en el Plan Especial del Alto Guadiana y en plena consonancia con la Directiva Marco del Agua. A la vez, el gobierno regional debería incentivar el secano en la zona y aportar una imagen de marca de productos agrícolas sostenibles diferenciados.
Las ONG exigen de la Junta que rectifique y prosiga con la aprobación de la delimitación, zonificación y aprobación del plan de gestión del lugar, como paso a la mejora ambiental del lugar y para abrir la posibilidad a los fondos que el Estado tiene para invertir en las Reservas de la Biosfera. El futuro de La Mancha Húmeda pasa por resolver el problema de la sobreexplotación del agua con un modelo de desarrollo rural compatible con sus valores naturales, no abandonar la Reserva de la Biosfera a su suerte.
Nota:(1) La Unesco abrió expediente contra España a instancias de una denuncia remitida en noviembre de 2007 por las organizaciones ecologistas
(Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF). En ella se argumentaba que la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda, y en especial Las Tablas de Daimiel, presentan un alto nivel de degradación que supone la pérdida de los valores que les hicieron merecedoras de la calificación como Reserva de la Biosfera. Esto se debe al mantenimiento de un nivel anual de extracciones superior a 130 Hm3/año en el acuífero de La Mancha Occidental, que es el necesario para recuperar los acuíferos que alimentan a las Tablas antes de 2027, tal como se pretende con el Plan Especial del Alto Guadiana y a la falta de un compromiso firme, realista y activo por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Rural y Marino y de la Comunidad de Castilla-La Mancha para poner fin de a la explotación ilegal de y a la promoción del regadío en dicho acuífero.
Por todo ello, las ONG ambientales solicitaron a la UNESCO la desclasificación de la “Mancha Húmeda” como Reserva de la Biosfera. Atendiendo a esta denuncia la Unesco abrió expediente a España y realizó una serie de exigencias que apenas habían comenzado a cumplirse. El primer paso para dar respuesta a esas exigencias estaba en la delimitación y zonificación de la Reserva que no se había hecho desde su declaración en 1980, proceso que se inició hace dos años y que ahora se interrumpe bruscamente con la decisión del nuevo gobierno castellanmanchego.