Comunicado de prensa - marzo 22, 2011
En su reunión del pasado viernes, el Patronato del Parque Nacional de Cabrera aprobó el Plan de Usos Militares que había presentado el Ministerio de Defensa, y que prevé la posibilidad de realizar maniobras y ejercicios en el territorio del Parque. Los grupos ecologistas fueron los únicos en oponerse a esa posibilidad, mientras que los restantes miembros del Patronato se mostraron a favor.
Greenpeace condena que se haya dado prioridad a otro tipo de consideraciones, en lugar de a aquellas que deberían ser las fundamentales en relación con un Parque Nacional, como es la conservación integral de territorios y ecosistemas de alto valor. En España, la calificación de Parque Nacional para un determinado territorio supone el reconocimiento de su elevado valor natural, en virtud del cual se le otorga la máxima figura de protección de acuerdo al ordenamiento jurídico. Dicha protección es incompatible con la realización de maniobras militares.
El Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera fue declarado en 1991 y se considera el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados en el Mediterráneo de nuestro país. El Parque cobija una importante riqueza natural que incluye uno de los fondos marinos mejor conservados del litoral español, junto con especies endémicas e importantes colonias de aves marinas.
El Plan de Usos Militares que presentó el Ejército de Tierra está en conformidad con la Ley 14/1991 del 29 de abril, por la que se creó el Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera, y también está en conformidad con el Decreto 58/2006 de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears, del 1 de julio, por el que se aprueba el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de Cabrera para el periodo 2006-2012.
Sin embargo, y pese a todo ello, el Plan no tiene ningún sentido en la actualidad. Cuando el Parque fue declarado era un momento en que la protección del medio ambiente y la conservación de los espacios naturales daban sus primeros pasos, y el grado de conciencia social respecto a la conservación del medio ambiente no había avanzado hasta lograr los grados de reconocimiento actuales.
”El plan no sólo es inadecuado sino absolutamente innecesario. El Ministerio de Defensa y el Ejército ya cuentan con abundantes territorios terrestres y marinos donde se pueden realizar maniobras y ejercicios y que presentan menos riesgos de causar daños graves en un ecosistema de gran valor ecológico”, ha señalado Mabel González, responsable de Conflictos y Medio Ambiente.
Greenpeace condena la decisión adoptada por el Patronato de Cabrera, una institución que parece haber olvidado que su misión fundamental es precisamente la conservación del Parque y no atender a otros intereses. La organización advierte también de que se opondrá activamente a cualquier posibilidad de realizar maniobras o ejercicios militares en el territorio del Parque.