Comunicado de prensa - julio 11, 2011
La 63ª reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) comienza hoy en Jersey (Reino Unido) con nuevas oportunidades para avanzar en la creación de santuarios de cetáceos, oponerse a la conocida corrupción que existe en este organismo y buscar su transformación en una organización de conservación.
Sin embargo, al mismo tiempo que comienza la CBI, dos activistas de Greenpeace (entre ellos, el director de Greenpeace Japón) esperan el veredicto de su apelación de una condena de robo por haber expuesto el escándalo de malversación de fondos dentro de la industria ballenera de Japón.
"Me habría gustado estar presente en la reunión de la CBI de este año en Jersey, pero el trabajo de Greenpeace por las secuelas de la catástrofe de Fukushima y
la apelación en curso por el juicio de la malversación de fondos dentro de la industria ballenera me han mantenido en Japón”, ha declarado Junichi Sato, director de Greenpeace Japón. “Hace más de tres años desde que salió a la luz l
a malversación de fondos y el escándalo de la corrupción, en la que a los miembros de la tripulación se les dio carne de ballena como souvenirs y que se vendían en el mercado negro. La caza de ballenas japonesa, fraudulentamente calificada como “caza científica” ya ha eliminado demasiadas ballenas de nuestros océanos”.
Greenpeace denuncia que a pesar de que se expusiera la corrupción de la industria ballenera, con pruebas y testigos para apoyar las alegaciones, y a pesar de que meses más tarde la Agencia de Pesca de Japón
pidiese disculpas porque sus funcionarios, incluidos los inspectores de barcos, recibieran regalos de carne de ballena desde el operador de la flota, las autoridades de Japón
nunca han investigado o juzgado a los verdaderos criminales. La Comisión Ballenera Internacional debería investigar este escándalo así como otros de los actos de corrupción por los que Japón ha sido acusado.
"El terremoto y tsunami del 11 de marzo y el desastre nuclear ha tenido un profundo efecto en Japón y, en particular, en sus comunidades costeras. Los enormes subsidios que hasta ahora se han dado a la industria ballenera deben utilizarse para programas de reconstrucción y para una pesca sostenible.
Ahora que la CBI y la industria ballenera de Japón reflexionan sobre su futuro, esperamos que prevalezca una visión conservacionista que mantenga las ballenas en los océanos”, ha añadido Sato.