Entre las zonas que se verán más afectadas se encuentra Calahonda, un espacio natural protegido por la Directiva comunitaria de Hábitats (92/43/CEE); los Fondos marinos de la Bahía de Estepona cubierta al 90% por praderas de Posidonia oceanica y espacio natural protegido por la Directiva comunitaria de Hábitats (92/43/CEE); los acantilados de Maro Cerro-Gordo, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y espacio natural protegido por la Directiva comunitaria de Hábitats (92/43/CEE); o el Paraje natural del mar de Alborán, también espacio natural protegido por la Directiva comunitaria de Hábitats (92/43/CEE).
Las consecuencias más negativas se darían en ecosistemas como las praderas de Posidonia oceanica y en especies de mamíferos marinos, tortugas, túnidos y otros peces que ya se enfrentan a graves problemas debido a la urbanización de este litoral, la contaminación, la sobre pesca o la construcción de infraestructuras costeras.
Greenpeace
rechaza que se autoricen nuevos proyectos de extracción petrolífera y defiende un futuro 100% libre de petróleo porque
supone
enormes riesgos de vertidos, incendios y contaminación.
Los
ecosistemas del mar de Alborán ya están sometidos a un fuerte estrés por las actividades humanas (3).
Sectores tan importantes para la economía de las comunidades afectadas como el turismo o la pesca se verían
gravemente afectados.
Una vez quemado en coches, camiones o aviones,
el crudo se transforma en la mayor causa del cambio climático de España.
Es el combustible del que más dependemos para generar energía y, sin embargo, es un recurso contaminante y muy escaso en España. En cambio, las renovables, el ahorro y la eficiencia son tecnologías limpias que podrían cubrir toda la demanda energética del país.
Andalucía podría ser autosuficiente con energías renovables (termosolar, solar fotovoltaica con seguimiento, solar fotovoltaica integrada en edificios, chimeneas solares, eólica terrestre, eólica marina o energía de las olas) para cubrir toda su demanda de electricidad proyectada para 2050 (4).
La organización ha demostrado (5) que
se puede reducir el consumo de derivados del petróleo en una cantidad equivalente a 10 veces las actuales reservas de crudo de España apostando por un estándar obligatorio de eficiencia para los coches de 3l/100km para el año 2020.
“Andalucía no puede asumir unos proyectos que ponen en riesgo de forma directa sus valores ecológicos y que supondrán un foco de ese mismo cambio climático del que ya padece los efectos adversos. Invertir en nuevos puntos negros en la costa andaluza significa subvencionar el cambio climático y torpedear las únicas fuentes energéticas autóctonas y sostenibles de las que es rica la Comunidad”, ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Cambio Climático y Transporte de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que hay al menos otras
dos áreas en la costa mediterránea española en las que se ha concedido permisos para buscar más hidrocarburos: frente al delta del Ebro y entre el golfo de Valencia e Ibiza. Todas zonas de muy alto valor ecológico.
Notas:
(1) Greenpeace, Dossier: Mar de Alborán, ¿cómo el golfo de México?
(2) El pasado 23 de diciembre de 2010, en Consejo de Ministros, se aprobaron las licencias a CNWL Oil España para buscar petróleo o gas en seis áreas de la costa andaluza denominadas "Chinook - A, B, C y D" y "Tesorillo y Ruedalabola". Estas nuevas licencias para investigar el potencial de hidrocarburos de la costa andaluza entre Cádiz y Almería, se suman a un sinfín de otros pozos de gas activos o silentes así como de proyectos de investigación en busca de hidrocarburos, entre los que destacan las de Ripsa/Gas Natural Exploración que el pasado 22 de junio obtuvo el permiso ambiental para la realización de un sondeo exploratorio Siroco-A frente a la cota de Fuengirola.
(3) Greenpeace, Destrucción a toda costa 2010.
(4) Greenpeace, Renovables 2050. El potencial de las energías renovables en la España peninsular.
(5) Greenpeace, Evitar los peligros del petróleo.