Cornellana - Soto de Ribera. Activistas de Greenpeace llegan ante la central térmica de Soto de Ribera, en Asturias, con los apoyos de la zona. Finalizando la septima etpa de la ruta.
Septima etapa: Cornellana - Soto de la Barca. Activitas de Greenpeace llegan a la central térmica de Soto de Ribera, en Asturias.
Fin de la octava etapa. Llegada a la central térmica de Aboño, Asturias, con multitud de apoyos.
Octava etapa: Soto de Ribera - Oviedo - Gijón. Concentración frente la puerta del auditorio Principe Felipe de Oviedo.
Greenpeace en su novena etapa: Gijón - Comillas.
Llegada de los activistas de Greenpeace a bordo del Karen V a la playa de Comillas, en Cantabria.
Greenpeace en su décima etapa: Comillas-Santurtzi. En la imagen activistas de Greenpeace llegan a bordo del velero Karen V al puerto de Santurtzi, viendose al fondo la térmica de la ciudad.
Las emisiones estimadas de estos proyectos serían
aproximadamente 83 millones de toneladas de CO22. Descontando los
alrededor de 14 millones de toneladas que dejaran de emitir las
instalaciones que tienen su cierre previsto, el volumen total de
emisiones se elevará hasta un 73% respecto de las del año 1990
(este año es la referencia del Protocolo de Kioto). España no puede
superar más de un 15% sus emisiones respecto a las del año
1990.
Según Red Eléctrica de España la potencia instalada a 31 de
diciembre era de 73.970 MW y el valor máximo de la demanda
alcanzado se produjo el 27 de enero del año pasado, cuando se
consumieron 43.708 MW. Para Greenpeace resulta innecesario esta
cantidad de proyectos, si contamos los 42.494 MW que pretende
conseguir el Plan de Energías Renovables.
Estos proyectos nos impedirán cumplir con el Protocolo de Kioto,
conseguir la independencia energética, y evitar un cambio climático
de magnitudes catastróficas, ha declarado Juan López de Uralde ,
Director Ejecutivo de Greenpeace España.
Científicos de la NASA nos están advirtiendo que sólo nos quedan
10 años para reducir drásticamente las emisiones contaminantes. Es
hora de pasar a la acción.
Los impactos del cambio climático son sin duda el argumento de
mayor peso para rechazar el modelo energético que pretenden las
compañías eléctricas promotoras de estos proyectos. Hoy mismo
asistimos a la llegada de la tormenta tropical Gordón. Según el
Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) los fenómenos
meteorológicos extremos serán más frecuentes debido al cambio
climático, es difícil establecer la relación directa entre el
cambio climático y cualquier acontecimiento meteorológico aislado.
Hay un número de factores implicados, pero la elevación de las
temperaturas del océano refuerzan los huracanes3, y estas se están
elevando. La intensidad de los huracanes ha aumentado en las
últimas décadas. La frecuencia de la categoría 4 y 5 en los mismos
casi se ha doblado durante los últimos 35 años. Existen ciclos cada
década en los que hay picos y valles en la actividad tormentosa,
pero las últimas aportaciones científicas concluyen que no son
explicables estos cambios solo con una oscilación natural.
"Las evidencias del cambio climático están aquí y ocurren ahora,
por eso es aquí y ahora donde debemos reducir las emisiones de CO2
y desarrollar las renovables", declaró Raquel Montón, responsable
de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.
La tormenta tropical Gordon ha sido el último compañero de viaje
de los activistas de Greenpeace que están realizando la Marcha
Renovables 2006 y que mañana concluye en Donosti. Los activistas
han viajado en bicicleta, caballo, a pié, piragua, carro y en barco
en esta última etapa recorriendo 9centrales térmicas de la cornisa
cantábrica para pedir, junto con más de 60 organizaciones que
apoyan esta Marcha, a las empresas eléctricas y al Gobierno menos
CO2 y más energías renovables.
La organización ecologista demanda una Ley de Energías
Renovables, como medida imprescindible para evitar un cambio
climático extremo, cumplir con Kioto y cumplir con el plan de
cierre de las centrales nucleares. Esta Ley debería tener como
objetivo a largo plazo conseguir un modelo energético cien por cien
renovable que es posible. Según el informe realizado por el
Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT) para Greenpeace el
potencial de las energías renovables en la península podría
satisfacer hasta 56 veces la demanda de electricidad en el año
2050. El principal instrumento de esta Ley debería ser el sistema
de primas actual, que se encuentra en estos momentos en revisión y
en una situación crítica tras las últimas decisiones del anterior
ministro de industria. Como requisito técnico principalmente esta
Ley debe mantener el principio de acceso prioritario a la red de
las energías renovables. Y debe empezar a planificarse la
adaptación de la red eléctrica para adaptarse a las necesidades
requeridas por un sistema que se base en las energías renovables y
no al contrario que es lo que está ocurriendo hasta ahora.
No podemos seguir regalando a las eléctricas derechos de emisión
y desincentivar las renovables al mismo tiempo, el Gobierno debe
ser coherente con la necesidad imperiosa de cambio de este modelo
energético y para ello es necesaria una Ley de Energías Renovables.
Concluyó. Montón.
Documento con los proyectos de centrales térmicas disponible
en:
http://www.greenpeace.org/espana/reports/proyectos-de-centrales-termica
Información sobre la Marcha Renovables 2006 en
http://ponteenruta.greenpeace.es
Notas:
[1] En el documento entregado por el Ministerio de Medio
Ambiente aparece un error en la suma total de potencia de los
proyectos que cifra en 30.940 MW
[2] Según el CIEMAT las emisiones de una central de ciclo
combinado de gas natural, teniendo en cuenta el ciclo de vida
completo, serían de 0,402 kg/kWh (datos citados en le Plan de
Fomento de las Energías Renovables del MINER). Para las emisiones
del proyecto de la CT de Aboño, se ha considerado el dato de la
memoria resumen del proyecto (0,8 kg/kWh). Se ha considerando un
funcionamiento de 7.000 horas al año.
[3] Según Peter J. Webster, co-author of Changes in Tropical
Cyclone Number, Duration, and Intensity in a Warming Environment
with Georgia Tech atmospheric scientists Judith A. Curry and Hai-Ru
Chang, and NCAR's Greg J. Holland