Comunicado de prensa - marzo 20, 2009
Los líderes europeos reunidos en Bruselas han llegado a un acuerdo sobre la necesidad de destinar dinero a la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo pero no han querido referirse a cifras concretas. Pese a que el reconocimiento de esta necesidad constituye un pequeño paso, Greenpeacce considera que la falta de compromisos financieros concretos sigue dificultando el avance de las negociaciones internacionales hacia el acuerdo climático global que debe alcanzarse a finales de año en Copenhague.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
"Es positivo que la Unión Europea (UE) esté dispuesta a pagar
por su responsabilidad como segunda emisora mundial de CO2 pero no
es suficiente para que las negociaciones climáticas internacionales
avancen. Los países en desarrollo van a pensarlo dos veces antes de
comprometerse a adoptar medidas para salvar el clima si los países
ricos no ponen cifras concretas sobre la mesa" , ha declarado Aida
Vila, responsable de la campaña de Cambio Climático y Energía de
Greenpeace.
La cumbre de primavera de la UE ha apoyado un nuevo esquema
financiero internacional para obtener los fondos necesarios para la
lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo. Estos
fondos deben ser suficientes para cubrir las necesidades en
términos de inversión en energías limpias, protección de los
bosques y adaptación a aquellos impactos que ya son inevitables,
pero, al no hacerse referencia a cifras concretas, es difícil
valorar el grado de compromiso de la UE con estos tres
objetivos.
Greenpeace insta a los gobiernos de la UE a dejar de perder un
tiempo precioso y asegurarse de que en las futuras reuniones
ministeriales bajo la presidencia checa se acuerde un plan concreto
de apoyo financiero para la lucha en favor del clima en los países
más pobres. La organización espera que este tema esté también en la
agenda de la reunión del G20 que va a celebrarse en Londres a
principios de abril y que las recomendaciones que de la misma se
deriven impulsen las negociaciones climáticas internacionales.
"La UE sigue discutiendo de forma aislada sobre la crisis
económica sin tener en cuenta la crisis climática en vez de mostrar
su liderazgo climático luchando contra la crisis mediante
inversiones verdes. El tiempo corre, sólo quedan nueve meses hasta
la cumbre de Copenhague y recuperarnos de la crisis económica no
servirá de nada si el cambio climático nos gana la partida" , ha
añadido Vila.
Los líderes de la UE han reconocido la importancia de la
eficiencia energética y de las renovables, así como de mejorar las
infraestructuras para garantizar la seguridad del suministro,
incluidas redes submarinas que posibiliten la integración de
grandes cantidades de fuentes de energía renovable. Sin embargo, al
mismo tiempo, la UE ha seguido dando rienda suelta a la confianza
en fuentes energéticas tan sucias como el carbón o, para los países
que lo estimen oportuno, las nucleares.
"Estamos en una encrucijada y los líderes europeos están
intentando dirigirnos, al mismo tiempo, hacia dos direcciones
opuestas. Hay que elegir entre seguir anclados en un pasado
carbonero y nuclear o apostar por las oportunidades de futuro que
puede ofrecernos un sistema energético robusto basado en la
eficiencia energética, las renovables, las redes de distribución
inteligentes y el empleo verde", ha concluido Vila.