Más del 90% de los incendios son provocados por la acción humana
Asimismo, puede leerse como un "tirón de orejas" para todos los
políticos que, en el año pasado o antes, han usado
irresponsablemente los incendios como arma partidaria y han
pretendido reducir el complejo problema social de los incendios
principalmente a una cuestión técnica y policial.
Las organizaciones firmantes destacan las siguientes conclusiones formuladas desde la Fiscalía:
-La ola de incendios registrada entre el 4 y el 15 de agosto de 2006 no supuso un hecho inusual en Galicia. Se
contabilizó cuando menos una ola cada año desde el 2000, "siendo el
número de incendios similar e incluso superior al del año 2006".
Sólo se diferenció por las "condiciones climatológicas extremas,
que no se dieron en el resto de los periodos". Esto, junto con
insuficiencias y fallos importantes en el dispositivo de extinción
-que no evalúa la Fiscalía- explican que sus consecuencias fueran
tan devastadoras.
-No existen pruebas de tramas o de terrorismo incendiario, ni
nunca existieron. Tampouco se comprobó que determinados incendios
sucedidos en 2006 pretendieran causar alarma social.
-Las motivaciones políticas, urbanísticas o relacionadas con la
venta de madera tienen "una incidencia cuantitativamente
insignificante en relación con el número total de siniestros".
La principal causa de los incendios es el uso tradicional del fuego en el medio rural. En
este sentido, el elevado número de quemas autorizadas por la Xunta
(una media de 300.000 anuales) y la falta de su control adecuado
originan un número importante de incendios.
-El “incendiario-tipo” actúa solo, está vinculado a
actividades agrícola-ganaderas, vive en una localidad próxima al
lugar del incendio y a veces puede reincidir, distinguiéndose tres
perfiles: el imprudente, el incendiario y el pirómano. En
particular, el imprudente es responsable de un importante número de
incendios, caracterizándose por usar el fuego como herramienta
agraria "de forma indisciplinada, incontrolada o sin adoptar
suficientes medidas de prevención, a lo que se añade, en no pocos
casos, carencia de capacidad física por razones de edad, lo que, en
algunos casos, provocó que el siniestro tuviese consecuencias
fatales".
- Cuando los incendios son investigados en profundidad, la proporción de incendios intencionados desciende del 85% al 60%,
por lo que las estadísticas basadas en simples estimaciones de las
causas de los incendios sobrevaloran la intencionalidad.
En consecuencia, entendemos que:
-La Xunta y el resto de las Administraciones, en general, y la
Conselleria del Medio Rural, en particular, así como las fuerzas
políticas, deben tomar buena nota de la Memoria de la Fiscalía y actuar en
consecuencia.
-Es prioritario incidir sobre las causas inmediatas de los
incendios relacionadas con el uso tradicional del fuego en el
espacio rural y restringir las autorizaciones de las quemas
agrarias, reforzando su control y no concediendo ayudas para ellas
(1). Asimismo, la Xunta debe dar ejemplo y abandonar el uso de las quemas prescritas.
-Las Fiscalías provinciales deben estudiar la posibilidad de
interponer querellas contra los delegados de la Consellería del Medio Rural que
hayan autorizado quemas agrarias que hayan dado lugar a
incendios.
-Es necesario mejorar el conocimiento de las causas de los incendios,
aumentando la proporción de aquellos que son objeto de una
investigación en profundidad. Hoy se desconocen las causas del 7%
de los incendios y las motivaciones del 49% de los incendios
intencionados.
-Es urgente dejar de usar irresponsablemente los incendios como arma grosera de confrontación partidaria,
como ha sucedido bajo todos los Gobernos autonómicos de Galicia
habidos hasta hoy.
-Considerar las reformas legislativas propuestas por la Fiscalía,
sin incurrir, como indica la propia Fiscalía, "en la ingenuidad de
pensar que la lei penal pueda resolver, por si sola, la dimensión
del problema". Por ello, es necesario consensuar un modelo de
gestión del monte que tenga como objetivo final superar el
enquistamiento de la honda problemática social y política que
impide finalizar con esta lacra de los incendios forestales. En
este sentido, reclamamos la elaboración de una Ley de Montes
autonómica y de un nuevo Plan Forestal de Galicia y la potenciación
del papel del Consejo Forestal de Galicia como órgano de
participación social.
Notas
1 A Orde do 12 de
xullo de 2007 (DOG 141 de 20/07/07) de axudas para a valorización
integral e promoción da multifuncionalidade do monte, contempla
axudas para a realización de queimas controladas (punto 3.4.1).