Comunicado de prensa - mayo 8, 2008
Greenpeace ve intolerables las declaraciones efectuadas en la rueda de prensa de esta mañana por el Director General de Recursos Pesqueros, Fernando Curcio, quien ha acusado a la organización de “tratar de centrar la atención sobre la pesca de atunes inmaduros” autorizada ilegalmente por la Ministra de Pesca, Elena Espinosa, durante la temporada pasada.
Atún rojo dentro de una jaula de transporte en Turquía. Junio 2006. Si no se toman medidas urgentes en la gestión del atún rojo en el Mediterráneo, esta especie puede sufrir el mismo destino que el bacalao: el colapso de la pesquería.
Greenpeace ha recordado al Ministerio que lleva muchos años de
intenso trabajo denunciando las ilegalidades cometidas por
diferentes flotas como la francesa, italiana o turca; el impacto de
las granjas de atún o los trasbordos ilegales de esta especie en el
Mediterráneo, que están llevando al colapso de las pesquerías.
La organización ecologista internacional considera que si el
Gobierno de España quiere trabajar con seriedad en la recuperación
del atún rojo, lo primero que debe hacer es cumplir el plan viable
para esta especie -algo que no está haciendo- y actuar con
transparencia y rigor científico.
"Declarar que se puede pescar atún inmaduro en el Mediterráneo y
escudarse en 'un error tipográfico' para permitirlo no es
tolerable. El riguroso control de que presume España debe empezar
por cumplir estrictamente las normas y no por saltárselas" ha
declarado Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos de
Greenpeace.
Greenpeace lamenta, además, que en la rueda de prensa dada por
Curcio esta mañana no se hayan ofrecido explicaciones sobre el
desfase existente entre las capturas declaradas por la industria
española y las comunicadas oficialmente por España a la Comisión
para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT en sus siglas
inglesas) que se elevan a, al menos, 8.000 toneladas en la última
década.