Comunicado de prensa - junio 4, 2007
Greenpeace propone por el Día mundial del Medio Ambiente una iniciativa para cambiar masivamente las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo, un gesto “sencillo” para combatir el cambio climático. Las lámpara fluorescentes compactas son un tipo de bombillas que, para
dar la misma luz, gastan un 80% menos de energía que las incandescentes, duran hasta 12 veces más y ahorran la emisión anual de 20 kg de CO2 a la atmósfera.
Greenpeace propone una iniciativa para cambiar masivamente las bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo, un gesto “sencillo” para combatir el cambio climático.
La iniciativa consta de las siguientes partes: por un lado, cada
ciudadano que desee participar realizaría directamente un cambio de
bombillas incandescentes (las de siempre) por otras eficientes de
bajo consumo; por otro lado, puede enviar un mensaje a los
europarlamentarios para que voten a favor de la prohibición de las
derrochadoras bombillas incandescentes; y por último, se trata de
informar y animar a que hagan lo mismo amigos, compañeros,
vecinos...
La propuesta se enmarca dentro de la campaña [R]evolución
Renovable: el cambio empieza aquí, con la que Greenpeace pretende
movilizar a la sociedad para lograr que mediante la eficiencia
energética y las energías renovables se sustituyan las energías
sucias, como forma de evitar un cambio climático peligroso.
"Un ciudadano puede cambiar sus bombillas incandescentes por
otras más eficientes, pero el Gobierno puede directamente hacer que
todas sean eficientes",- ha declarado Raquel Montón, responsable de
la campaña de cambio climático de Greenpeace. -"En el día del Medio
Ambiente debemos exigir a los responsables políticos que actúen ya
para luchar contra el cambio climático/".
Greenpeace pide al Gobierno una ley que prohíba que salgan al
mercado de iluminación doméstica bombillas menos eficientes que 25
lumen por vatio en el 2009 y 50 lumen por vatio en el 2012, hasta
que se adopte para este producto una prohibición de ámbito europeo.
Dicha medida debería incluirse en el Plan de Acción sobre
Eficiencia que España tiene que presentar a finales de junio, según
la Directiva Europea sobre la Eficiencia en el Uso Final de la
Energía y los Servicios Energéticos.
La sustitución de bombillas incandescentes por eficientes de
bajo consumo en la Unión Europea ahorraría al menos 20 millones de
toneladas de CO_2 al año_, lo que equivale a cerrar 25 centrales
térmicas de tamaño medio. Por este motivo, miembros del Parlamento
Europeo han redactado una "Declaración por Escrito" pidiendo a la
Comisión Europea y a los estados miembros que en la UE se prohíban
las bombillas que derrochan energía.
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Más información en la web de Revolución Renovable