Acción sorpresa en la central nuclear de Ascó (Tarragona)
Con la instalación de estos dispositivos, el caudal que circula
por este sistema, que es fundamental para la seguridad de la
central, se redujo por debajo de lo que exigen las Especificaciones
Técnicas de Funcionamiento (ETF) de la central, que es un documento
que autoriza el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC)
y cuyo cumplimiento es una exigencia legal. Esta circunstancia no
permitía el funcionamiento de la central sin que antes se cambiara
lo requerido por las ETF, lo que, a su vez, requiere una
autorización del MITyC, previa apreciación favorable del CSN.
Para no tener que prolongar la parada de recarga de la central
hasta que el Ministerio concediera la autorización, lo que requiere
un trámite administrativo largo y complicado, Ascó solicitó al CSN
una exención del cumplimiento de las ETF. Como suele ser la tónica
habitual en estos casos, dada la constatada connivencia entre el
CSN y las centrales nucleares, este organismo no dudó en conceder
la exención solicitada el 5 de octubre de 2004, por un plazo máximo
de 5 meses, concretamente hasta el día 1 de marzo de 2005. La
única condición impuesta por el CSN fue exigir a la nuclear que
solicitase al MITyC una revisión de las ETF para que el cambio del
valor mínimo del caudal del sistema de refrigeración de emergencia
se hiciese efectivo antes de la fecha límite de la exención.
Sin embargo, las cosas no sucedieron como estaban previstas.
Entre el retraso de la central en presentar la solicitud del cambio
de las ETF y el tiempo que después tardaría el CSN en evaluar la
propuesta, no fue hasta el 23 de febrero de 2005 que el organismo
dio su apreciación favorable, como paso previo a que el MITyC
concediese la autorización del cambio. Por razones que tendrá que
aclarar el Gobierno, la apreciación favorable del CSN tardó varias
semanas en llegar al Ministerio de Industria, lo que condujo a que
no fuera hasta el 14 de marzo de 2005, catorce días después de
agotado el plazo de la exención, cuando finalmente se autorizó el
cambio.
Esta situación se ha evidenciado gracias a una pregunta
parlamentaria que realizó Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en
el Congreso de los Diputados, grupo que ha contrastado con
Greenpeace la información conseguida. ERC ha reclamado al
secretario general de la Energía, Antonio Fernández Segura, en su
comparecencia del pasado miércoles 15 ante la Comisión de
Industria, Turismo y Comercio del Congreso, explicaciones claras
sobre lo ocurrido y la violación de la normativa nuclear por parte
de la central y el CSN.
"Para Greenpeace la situación es muy clara, no importa si la
culpa fue del retraso de la central, del CSN o del Ministerio, el
caso es que la central nuclear estuvo funcionando incumpliendo su
propia normativa de seguridad durante los días 1 a 14 de marzo, y
por lo tanto, con la reglamentación en la mano, debe de ser
sancionada", declaró Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace en temas
nucleares.
Un análisis detallado de los hechos pone a la luz otras
deficiencias, ya que la normativa nuclear requiere que los cambios
que se realizan en las centrales nucleares que necesitan revisar
las ETF, y también otros documentos importantes de la central,
deben ser también autorizados por el Ministerio de Industria antes
de su ejecución. En definitiva, en opinión de Greenpeace y según
planteó ERC en el Congreso, Ascó actuó indebidamente cuando en la
recarga instaló los tubos venturi en el sistema de refrigeración de
emergencia sin pedir autorización del cambio.
Para Greenpeace, lo ocurrido en Ascó-1 demuestra una vez más que
el CSN es un elemento más del sector nuclear, lo que hace que no
pueda tener ninguna credibilidad ante la ciudadanía. Todo apunta a
que Ascó sabía que los tubos venturi provocarían una reducción del
caudal de agua que refrigera al núcleo por debajo de las ETF, pero
si lo hubiera puesto de manifiesto habría tenido que pedir
autorización del cambio y retrasar la recarga. Por eso, conociendo
que el CSN siempre actúa de manera benévola con las centrales
nucleares, Ascó esperó a que el cambio estuviera hecho para
entonces pedir la exención de las ETF.
"Esta forma de actuar es un evidente fraude de ley, del que el
CSN es tan responsable como la central, ya que en lugar de
reaccionar en contra de los abusos de ésta, manteniéndola parada
hasta disponer de la autorización del Ministerio, concedió una
exención para favorecer sus intereses, lo que es contrario a la
reglamentación", declaró Bravo.
A esto se debe sumar la desidia con la que el CSN afronta la
seguridad de las centrales, ya que a pesar de haber actuado de
manera tan favorable a la central, después nadie en el organismo
reparó que el plazo de la exención se estaba agotando, hasta el
punto que debe anotarse al CSN la culpa de que la central operara
fuera de las ETF entre el 1 y el 12 de marzo. Para Greenpeace esto
es una demostración de lo urgente que es que el Congreso apruebe la
Propuesta de Ley de Reforma del CSN de Izquierda Verde (IV-IU-ICV),
que ya se está tramitando en el Congreso, para terminar de una vez
por todas con estas situaciones tan lamentables.
Greenpeace considera este caso como particularmente grave,
porque, a pesar de que el fondo del problema pueda achacarse a la
desidia de la Administración, la central debe operar en todo
momento conforme a las ETF, y éstas son muy claras, con el caudal
por debajo de lo permitido tiene que iniciar la parada de la
central en 72 horas. La central sabía que el caudal era inferior a
lo exigido por las ETF y sin embargo no hizo, por doloroso que
fuera, lo que exigían éstas. "Ascó antepuso sus intereses
económicos por encima de lo demás, relegando la seguridad a un
segundo plano", añadió Bravo.
Esto supone un caso más de los numerosos fallos en la cultura de
seguridad a que nos tienen acostumbrados las centrales nucleares y
que el CSN no solo no evita sino que alienta con sus lamentables
actuaciones. En todo caso, Greenpeace espera que el CSN sancione a
la central por haber operado fuera de las ETF y que ello sirva de
ejemplo para otras centrales.