Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Greenpeace pide al Gobierno japonés que no censure información sobre la caza de ballenas

Movilización mundial ante la segunda vista preliminar para el juicio de los dos activistas japoneses arrestados por denunciar el contrabando de carne de ballena

Comunicado de prensa - marzo 23, 2009
Una veintena de activistas de Greenpeace han desplegado frente a la embajada de Japón en Madrid una pancarta con el lema “Justicia para Greenpeace. Justicia para las ballenas”. Asimismo, representantes de la organización han entregado en la sede diplomática una carta para pedir al Gobierno japonés que no censure la información sobre la caza de ballenas.

Una veintena de activistas de Greenpeace han desplegado frente a la embajada de Japón en Madrid una pancarta con el lema “Justicia para Greenpeace. Justicia para las ballenas”.

Mientras, dos activistas con caretas, vestidos con monos naranjas y con las manos esposadas, simbolizaban la persecución que están sufriendo en su país los dos activistas japoneses Junichi Sato y Toru Suzuki.

Este acto coincide con la segunda vista preliminar para el juicio de Junichi Sato y Toru Suzuki, los dos activistas japoneses arrestados por denunciar el contrabando de carne de ballena procedente del programa japonés de caza "científica" de cetáceos en la Antártida, y se une a las numerosas protestas llevadas a cabo por la organización a lo largo de todo el mundo en apoyo de Junichi y Toru y su derecho a ejercer la libertad de expresión para  denunciar la actuación de un organismo público.  

La organización ecologista, en su petición formal apoyada por un congresista del partido demócrata nipón, pide a la Agencia Pesquera de Japón que haga públicas las copias no censuradas de documentos de ventas de carne de ballena obtenidos por Greenpeace. Éstos detallan las ventas de carne de ballena y los contratos entre la Agencia Pesquera de Japón y el Instituto de Investigación de Cetáceos (IIC). Sin embargo, los documentos que presentó el pasado 19 de enero la Agencia Pesquera de Japón estaban tan censurados que resultan inservibles.

"La censura de esta información refleja el nivel de secreto que rodea la financiación del Gobierno japones al programa de la caza de ballenas. Estos documentos simbolizan la voluntad de la Agencia Pesquera de Japón de quebrantar su propia promesa de transparencia y responsabilidad",  ha declarado Celia Ojeda responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.

A pesar de la actual crisis económica, la peor en un siglo en el país asiático, la Agencia Pesquera de Japón continúa subvencionando las expediciones de caza de ballenas supuestamente científicas del Instituto de Investigación de Cetáceos al Santuario de Ballena de la Antártida con subvenciones que alcanzan 500 millones de yenes (3,6 millones de euros) al año.

"Los ciudadanos japoneses tienen el derecho a estar informados sobre la mala conducta de sus representantes gubernamentales. Junichi Sato y Toru Suzuki simplemente han hecho uso de su derecho a la libertad de expresión para denunciar el contrabando de carne de ballena ", ha declarado Ojeda.

Este programa de caza de ballenas financiado con dinero público está en bancarrota, es ecológica y económicamente insostenible y no es necesario ni requerido por nadie fuera de la industria ballenera.