Greenpeace celebra hoy el primer aniversario de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto con un acto de protesta ante el Ministerio de Industria a quien considera responsable de que España sea el país más alejado de los objetivos del Protocolo de Kioto. Greenpeace pide al ministro José Montilla que el Plan Nacional de Asignación no subvencione las empresas más contaminantes y asegure que España cumpla con Kioto.
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Greenpeace, en calidad de miembro del Consejo Nacional del
Clima, pedirá profundas mejoras en este Plan. La finalidad que debe
perseguir el PNA 2 es garantizar en el corto plazo el cumplimiento
de los compromisos asumidos por España al ratificar el Protocolo de
Kioto, esto es en el periodo 2008-2012 no superar en más de un 15%
las emisiones del año 1990 al menor coste posible para el conjunto
de la sociedad, y el estímulo del desarrollo y la difusión de
tecnologías de baja intensidad en consumo de carbono con la
finalidad de obtener mayores reducciones en las emisiones a largo
plazo. Para lograrlo, Greenpeace pide que se reduzca la asignación
al sector eléctrico en la cuantía necesaria para que España no
exceda el 15%.
Este borrador del PNA permite a los sectores industriales en
conjunto aumentar sus emisiones un 37%, tal como las propias
industrias tienen previsto sin hacer ningún esfuerzo adicional. Con
este enfoque, prácticamente el único esfuerzo en la reducción de
emisiones se le deja a los sectores no cubiertos por el sistema
europeo de comercio de emisiones, los llamados sectores "difusos",
esto es el transporte, los servicios, el sector doméstico,
etc...
Asumir que las emisiones españolas se queden en el 37% por
encima de 1990 supone exceder en un 22% el límite que Kioto
establece para España (15%). En vez de reducir las emisiones, la
pretensión del Gobierno con el PNA es que entre todos paguemos por
ese exceso del 22%. "Kioto es para contaminar menos y evitar un
cambio climático peligroso. El Gobierno renuncia a reducir las
emisiones asumiendo el coste económico de contaminar más de la
cuenta, y dejando que a los que más contaminan, las industrias, les
salga gratis". dijo Raquel Montón, responsable de la campaña de
energía y cambio climático de Greenpeace.
El Plan Nacional de Asignación a nivel macro recoge la cantidad
total de derechos disponibles en cada periodo, y a nivel micro
determina la forma de asignación de estos derechos a cada
instalación. A nivel macro determina el grado de utilización del
comercio de emisiones europeo para lograr sus objetivos en materia
de emisiones. Es decir, establece cómo "dividir el pastel":
¿Cuántos derechos deben asignarse a los sectores industriales y
cuáles son las emisiones esperadas de los sectores difusos? Este
"pastel" se ha dividido de manera que el sector industrial se lleva
la mayor parte del "pastel" (152,66 Mt), un 46% del total de
emisiones posibles según Kioto (330 Mt), siendo un sector que
representa menos de esta cantidad en la actualidad y cuya tendencia
es que su porcentaje disminuya, tal como indica el PNA.
De manera similar, no se está utilizando el sistema de manera
efectiva para dedicar inversiones a largo plazo a tecnologías
limpias necesarias para lograr objetivos respecto del cambio
climático rigurosos a medio (2020) o a largo plazo (2050). En la UE
se considera necesario lograr reducciones de emisiones del 15-30%
para el año 2020 y del 80% para el año 2050 para el conjunto de los
países industrializados a fin de evitar que la temperatura global
suba 2°C por encima de los niveles preindustriales.
Por encima de la dificultad de la convergencia económica con la
UE y la limitación del crecimiento de las emisiones, la finalidad
primera del Plan Nacional de Asignación debe ser la lucha contra el
cambio climático, y el principal propósito del uso de un sistema de
comercio de emisiones para atajar el cambio climático es económico,
la obtención de un objetivo de emisiones dado a un coste mínimo
para el conjunto de la sociedad. De esta forma, los sectores con
medidas de reducción más económicas deberían contribuir con más
reducciones (relativamente) a fin de lograr el objetivo de
emisiones. Sirva como ejemplo el diferente trato fiscal que se
aplica dependiendo del nivel de renta, no seria justo aplicar un
reparto lineal a todos los niveles, por la misma razón lo justo es
pedir que reduzcan más aquellos a los que más barato les sale
reducir, de esta manera la sociedad en su conjunto minimiza los
costes ocasionados por el cumplimiento de sus objetivos.
Nota:
1.El Consejo Nacional del Clima se reune a las 16:00 en el Hotel
NH Eurobuilding, en la Calle Padre Damián, 23 de Madrid.