Comunicado de prensa - abril 16, 2007
Greenpeace ha felicitado a la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, por la decisión de emplear madera certificada por el FSC (Consejo de Administración Forestal) en las obras de ampliación del Museo del Prado. Con esta decisión el Museo del Prado es la primera obra pública que ha atendido a verdaderos criterios de sostenibilidad en la adquisición de madera.
Fachada oeste del Museo del Prado
"Éste es un hecho sin precedentes en España. Una obra pública,
un edificio emblemático de la cultura española y mundial ha sido
construido incorporando uno de los criterios de sostenibilidad que
la sociedad está demandando actualmente", ha declarado Miguel Ángel
Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace.
La madera es un material óptimo desde el punto de vista
ambiental. Su extracción desde criterios responsables es buena para
el cambio climático, para el ciclo hidrológico y para el
mantenimiento de los modos de vida de la población rural. Es
energía solar almacenada en forma de carbono, no contamina, se
puede reutilizar y su uso frente a otros materiales supone el
ahorro de energía y agua. Sus características técnicas la hacen
óptimas para la construcción y la carpintería interior y exterior.
Si el consumo de madera se hace desde criterios de consumo crítico,
demandando el certificado FSC por ejemplo, estamos haciendo un gran
favor al planeta.
La última vez que se inauguró la ampliación de un museo, la
organización ecologista no tuvo tan buena opinión de la misma. Fue
en octubre de 2005 cuando Greenpeace realizó una acción en las
nuevas instalaciones del Museo Reina Sofía denunciando que en las
obras de ampliación se había comprado madera a empresas denunciadas
y multadas en Brasil por comerciar con madera extraída ilegalmente
de la selva amazónica, como demostraron en su informe "Crimen
forestal en el Museo". En estas obras se empleó madera tropical de
jatoba en la biblioteca, oficinas, suelo, paredes y falsos
techos.
Greenpeace celebra que la administración central haya aprendido
del error cometido, cuyos efectos negativos sociales y ambientales
afectaron al mayor bosque primario del planeta y a sus habitantes.
Para evitar que se cometan nuevos errores desde la administración
pública, el pasado 12 de marzo Greenpeace presentó enmiendas al
proyecto de Ley de Contratos del Sector Público en el que se pedía
la inclusión de criterios ambientales referidos a la madera y el
papel en la adjudicación de obras o suministro de materieles por
parte de la administración pública, para evitar que madera o papel
procedente de talas ilegales pueda ser utilizado con el dinero de
los ciudadanos.
"Esperamos que la futura Ley de Contratos del Sector Público,
actualmente en proyecto, refleje la voluntad demostrada en esta
obra y se apueste por criterios ambientales que garantizcen que no
se está financiando la deforestación o la tala ilegal con dinero
público ", afirmó Soto. "Pedir el certificado FSC en la madera que
utiliza la administración es la mejor forma de apostar por la
conservación y uso sostenible de los bosques del planeta".
Notas.-
(1) La certificación forestal del FSC (Forest Stewardship
Council) garantiza una gestión responsable y comprometida con los
bosques y plantaciones del planeta. El certificado forestal del FSC
es el único sistema de certificación forestal que apoyan las
organizaciones ecologistas, sindicales, de ayuda al desarrollo y de
comercio justo. Por su credibilidad e independencia, el FSC es la
mejor garantía que puede tener una empresa o administración pública
de que la madera o el papel que utiliza procede de una gestión
forestal responsable con los bosques y beneficiosa para las
personas. Más información la
página de FSC