Contaminación por la emisión de CO2 procedente de coches.
Con este acto, la organización ecologista quiere desmontar los
argumentos de la industria automovilística de que es necesario más
tiempo para llegar a cumplir con el límite de 120 gramos de CO2 por
kilómetro.
La caravana de ocho vehículos ha finalizado su recorrido en la
Plaza de Luxemburgo, en frente del Parlamento Europeo (1). Todos
los coches presentes en el evento cumplen ya con el objetivo de
reducción de las emisiones de CO2 de la UE (120 g/km), lo que
demuestra la disponibilidad en el mercado de muchos modelos con
esas características y a un precio competitivo para la mayoría de
los fabricantes de coches.
"Todos los vehículos que hemos llevado al Parlamento están ya a
la venta y sus emisiones son inferiores a las marcadas por los
objetivos de la UE. Esto demuestra que si la industria quiere
retrasar tres años más estos objetivos, hasta 2015, es para ganar
más tiempo y seguir con su visión anticuada del mercado", ha
declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte
de Greenpeace.
Este acto, coincide con la publicación del informe de Greenpeace "Fuera de la
carretera: La industria automovilística infla sus costes para
reducir la ambición en la lucha contra el cambio climático" que
explica cómo los costes financieros y sociales de cumplimiento de
las legislaciones medioambientales han sido exagerados
repetidamente por parte de la industria automovilística como parte
de su estrategia de debilitación de la ambición de la política
europea en materia de salud y medio ambiente (2).
Uno de los ejemplos más llamativos es el caso de la /Directiva
sobre los límites de las emisiones de los vehículos. Según denuncia
Greenpeace en su informe, cuando entró en vigor la Directiva, el
precio de los automóviles no varió ni de forma repentina ni en una
cantidad ingente. Hoy en día, un catalizador cuesta entre 40 y 70
euros por unidad, casi una décima parte de lo que los fabricantes
habían previsto (entre 420 y 560 por vehículo). Además, en 2005, la
evaluación del impacto positivo de esta Directiva sobre la salud y
el medio ambiente estimaba beneficios por unos 2.000 millones de
libras tan sólo en el Reino Unido (2.500 millones de euros).
Los límites propuestos para las emisiones de CO2 están siendo
atacados por parte de la industria automovilística que pide más
tiempo para cumplirlos, alegando una supuesta imposibilidad técnica
y tecnológica de los cambios requeridos en el tiempo marcado.(3) La
presión de la industria ha conseguido ya que la Comisión de
Industria del Parlamento Europeo apoyase estas demandas en la
votación del pasado 1 de septiembre (4).
Greenpeace pide a los europarlamentarios que voten para que la
industria automovilística produzca coches más eficientes y menos
contaminantes para 2012 y cumpla así con su parte de
responsabilidad frente al cambio
climático.
"Esta legislación tiene como objetivo acelerar la reducción de
las emisiones de CO2 del sector automovilístico, tras el fracaso de
los objetivos voluntarios de la industria", ha añadido Pizzinato.
"Si los legisladores no ponen freno a las peticiones de la
industria y no les obligan a actuar antes de 2012, pondrán en
ridículo su propio papel de reguladores".
(1) La caravana de automóviles de bajas emisiones incluye: Opel
Corsa 1.3 cdti (119 g/km); Renault Clio 1.5 dci (119 g/km); Ford
Fiesta 1.5 dtci (119 g/km); VW POLO 1.4 TDI 70 CV (119 g/km);
Citroën C4 1.6 HDI (120 g/km); Smart Fortwo 0.8 CDI 30 KW (88
g/km); Toyota Prius 1.5 VVT-i Hybrid (104 g/km); Peugeot 207 1.4
Hdi (117 g/km). (2) El resumen ejecutivo del informe "/Fuera de la
carretera: La industria automovilística infla sus costes para
reducir la ambición en la lucha contra el cambio climático" en
castellano se puede descargar en:
_http://www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/fuera-de-la-carretera.pdf_
La versión completa del informe (en inglés) se puede descargar en:
_www.greenpeace.org/offtrack
_ (3) La Comisión Europea ha propuesto una legislación para
obligar a los fabricantes de coches a reducir la media de las
emisiones de de CO2 de sus coches a 130 g/km para 2012. Se supone,
además que se llegue a reducir hasta 120 g/km de CO2 mediante
"medidas complementarias". (4) La Comisión de Industria ha votado
una opinión sobre el texto de la legislación para informar a la
Comisión de Medio Ambiente que decidirá sobre este tema a finales
del mes. La Comisión de Industria votó en favor de una introducción
paulatina del objetivo. Esto implica que sólo el 60% de todos los
nuevos coches vendidos en Europa en 2012 tendrán que cumplir con el
objetivo de 130 g/km de CO2. Si llegara a ser definitiva esta
propuesta, la media de las emisiones de CO2 de la nueva flota de la
UE tan solo se reduciría a 154 g/km para 2012, demasiado cerca de
los 158 g/km actuales (2007).