Una neumática del MY Esperanza de Greenpeace muestra una pancarta con el nombre de Gorton's, la firma que auspicia la caza de ballenas, frente a un rorcual aliblanco muerto que va a ser transbordado al buque Kyo Maru
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El buque de Greenpeace, MY Esperanza es testigo de la caza de ballenas en la Antártida por parte de los buques de la flota ballenera japonesa: Yushin Maru y Kyo Maru No.1; y del trasbordo de carne de ballena al buque factoría Nisshin Maru
Greenpeace ha puesto en marcha hoy, martes 17 de enero, un Día
de Acción Global en contra de la caza de ballenas que movilizará a
miles de personas de España, Holanda, India, Japón o Alemania en
contra de la caza de ballenas. La organización ecologista ha
lanzado una campaña en Internet en la que todos los ciudadanos y
ciudadanas pueden convertirse en "Defensores de los Océanos",
ciberactuar en contra de las empresas que financian la caza de
ballenas, participar en todas las actividades que Greenpeace
promueve para salvar los océanos, o comunicarse con políticos,
empresas o consumidores para frenar la destrucción a la que están
expuestos nuestros océanos.
En Europa, Greenpeace se ha dirigido a Nissui Europa
demandándole que abandone la caza de ballenas y en este Día de
Acción Global, la organización ecologista internacional pide a
todos sus simpatizantes que se unan a esta petición. Nissui Suisan
Kaisha Ltd es una de las principales propietarias de la flota
ballenera japonesa. A su vez, es la segunda empresa japonesa de
productos pesqueros y posee filiales repartidas por todo el
mundo.
"Ahora tenemos la oportunidad de presionar a las empresas
propietarias de la flota ballenera para que abandonen esta cruel
actividad. Son compañías que venden sus productos pesqueros en
Europa y en España. Cada firma es una gota y todas juntas formarán
un océano de esperanza", ha declarado María José Caballero,
responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.
Esta acción es un paso más de la campaña de Greenpeace contra de
la caza de ballenas, que ya comienza a dar frutos. Debido a las
continuas acciones interponiéndose entre los arpones y las ballenas
se prevé que Japón no sea capaz de alcanzar la cuota de cetáceos
que habían propuesto dentro de su programa de "caza científica".
Aún así, desde que comenzó la caza, decenas de rorcuales aliblancos
han caído bajo los arpones de los buques japoneses.
Dos barcos de Greenpeace, el Esperanza y el Arctic Sunrise,
zarparon de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) el pasado 20 de noviembre
de 2005 para defender el Santuario Ballenero de la Antártida. Desde
el 21 de diciembre los activistas se han estado interponiendo entre
los arpones y las ballenas. 57 personas procedentes de 20 países
(incluido España) conviven en los dos barcos de Greenpeace en el
Santuario Ballenero de la Antártida.
"La caza ilegal de ballenas en el Santuario Ballenero de la
Antártida es sólo la punta del iceberg de la destrucción a la que
están expuestos nuestros océanos. A pesar de que proporcionan la
mitad del oxígeno del planeta, los vaciamos de vida, arrasamos sus
fondos con enormes redes pesqueras, les arrojamos nuestros residuos
y les golpeamos con el cambio climático. Si no queremos océanos
desprovistos de vida y belleza, debemos actuar para salvarlos
ahora", ha declarado Shane Rattenbury, responsable de la expedición
de Greenpeace en el Santuario Ballenero de la Antártida.
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