Comunicado de prensa - agosto 4, 2005
El barco de Greenpeace MY Esperanza que se encuentra en el Atlántico Noroeste para documentar el impacto de la pesca de arrastre en las profundidades marinas, escuchó una llamada de radio a todos los buques comunitarios que pescan en el área NAFO (Organización de Pesca del Atlántico Norte). Tanto los buques “Lootus II” como “Madrus” fueron llamados, lo que sugiere que ambos se encuentran pescando en este área.
Un pescador de gamba de profundidad observa como se recoge la red con los bolos y boyas a lo largo usados en la pesca de arrastre de profundidad.
Entre cuatro y cinco toneladas de Gallineta (Sebastes Marinus) pescadas por el buque pesquero "Eastern Princess II", arrastrando dentro de la zona económica exclusiva canadiense (200 millas) en una profundidad aproximada de 350 m.
Gran cantidad de descartes acompañan a la especie objetivo, el "orange roughy" pescado por un arrastrero de profundidad en las aguas internacionales del Mar de Tasmania.
Gallineta pescada por un arrastreo de profundidad
Flemish Cap, Noroeste Océano Atlántico.
Procesado de las gambas de profundidad a bordo del buque estonio "Sunna Tallinn".
El buque de Greenpeace, Esperanza, está documentando el impacto de la pesca e arrastre de las gambas de profundidad.
Greenpeace junto con la Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas, pide a Naciones Unidas una moratoria a la pesca de arrastre de profundidad en aguas internacionales, para permitir y dar tiempo a los científicos a identificar y evaluar la biodiversidad de las profundidades y poder establecer la protección requerida antes de que sea demasiado tarde.
El buque pesquero estonio "Sunna Tallinn" arratrando en las profundidades en la zona Flemish Cap.
El buque de bandera estonia "Lootus II" ha sido identificado 7
veces desde el año 2000 por incumplir las normas de conservación y
gestión de NAFO, por infracciones que incluyen la pesca de especies
sujetas a moratoria (para las que está prohibida su pesca) o por
superar las regulaciones sobre capturas accesorias. Fue
identificado por última vez en diciembre de 2004. La propietaria
registrada de "Lootus II" es la compañía estonia MFV Lootus OU, de
la que la compañía española Grupo Oya Pérez, a través de una de sus
subsidiarias, es accionista desde 2004. El nombre original del
"Lootus II" era "Fragana" (hasta el año 2000) y en esa época el
propietario registrado era Juana Oya Pérez.
El Grupo Oya Pérez es propietario de uno de los más conocidos
buques piratas dedicado a la pesca de bacalao de profundidad en
aguas antárticas, el "Ross", abanderado en Togo. El "Ross", bajo
distintos nombres y banderas, ha sido fotografiado pescando
ilegalmente bacalao de profundidad en 2003 y nuevamente en 2005 en
una zona cerrada a la pesca por la Convención para la Conservación
de los Recursos Vivos Antárticos. Igualmente, el "Madrus" es
propiedad de la compañía registrada en Estonia, MFV Lootus OU, con
intereses españoles.
En 2003 y 2004, la delegación comunitaria en la reunión anual de
NAFO incluyó a tres miembros del Grupo Oya Pérez. La UE y NAFO
deben saber que los buques de pesca de esta compañía han estado
involucrados en la pesca ilegal de bacalao de profundidad en aguas
antárticas. A pesar de ello estas personas asisten con los
beneficios que corresponden a los Delegados de la Unión Europea, a
reuniones en las que se adoptan las decisiones de NAFO sobre la
conservación de los recursos y la lucha contra la pesca ilegal, no
regulada y no reglamentada.
Greenpeace se dirigió a las autoridades españolas el pasado 30
de junio para que demandar que expliquen cómo es posible que
representantes de una compañía con buques cuya participación en
actividades ilegales de pesca está bien establecida sean invitados
a participar en este tipo de foros internacionales. Hasta el
momento la organización ecologista no ha obtenido respuesta. Hoy
nuevamente, Greenpeace ha reiterado su petición de acciones contra
estas compañías.
"Es totalmente contrario a los esfuerzos para gestionar estas
pesquerías de forma sostenible tener compañías involucradas en la
pesca ilegal sentados en la mesa tomando decisiones que sus buques
simplemente van a ignorar. Es como invitar al zorro a que vigile el
gallinero", dijo Maria José Caballero, a bordo del MV Esperanza.
"Si NAFO no puede garantizar algo tan simple como esto, ¿cómo
podemos esperar que pueda hacer frente a la destrucción de la
diversidad en aguas profundas causada por el arrastre de
profundidad?".
El Esperanza se encuentra en el área NAFO para señalar el
impacto del arrastre de fondo y en apoyo a la petición de más de
1.100 científicos y de organizaciones medioambientales de una
moratoria de Naciones Unidas sobre la pesca de arrastre en alta
mar.