Comunicado de prensa - septiembre 2, 2008
Greenpeace denuncia que el texto adoptado ayer por La Comisión de Industria del Parlamento Europeo sobre de la nueva legislación europea para limitar las emisiones de CO2 de los coches, sacrifica la necesidad urgente de adoptar medidas frente al cambio climático, ya que aboga por un objetivo de reducción de las emisiones de CO2 de los automóviles a medio plazo.
Imagen típica de las grandes ciudades
Es posible que, de llevarse a cabo la propuesta de la Comisión
de Industria del Parlamento Europeo, no se llegue nunca a poner en
práctica una verdadera reducción de las emisiones, ya que las
sanciones propuestas son insignificantes y existen muchas
excepciones y lagunas jurídicas que han sido acordadas a instancias
de la industria automovilística.
"Queda esperar que la Comisión de Medio Ambiente, que votará
sobre el mismo tema la próxima semana, sea más valiente y que
responda al desafío climático, asegurando no sólo un objetivo a
medio plazo sino también la obligación para los fabricantes a
reducir de forma ambiciosa las emisiones de los automóviles para
2012", ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de
Transporte de Greenpeace.
Antecedentes
El año pasado la Comisión Europea propuso recortar la media de
las emisiones de los nuevos automóviles que se vendan en Europa a
partir de 2012 a 130 gramos por kilómetro (g/km) de CO2. La media
actual (2007) es de 158g/km.
La Comisión de Industria del Parlamento Europeo ha recomendado
retrasar la fecha de puesta en marcha de la legislación a 2015 y ha
añadido otro objetivo a medio plazo de 95g/km para 2020. El texto
final será negociado entre el Parlamento, los ministros de medio
ambiente de la UE y la Comisión Europea, después del voto crucial
que tendrá lugar la próxima semana en la Comisión de Medio Ambiente
del Parlamento Europeo.