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El Ministerio de Medio Ambiente cae en el "engaño verde" de Iberdrola

Greenpeace exige la urgente aprobación de un etiquetado eléctrico obligatorio y uniforme para que los consumidores conozcan el origen de la energía que les venden

Comunicado de prensa - octubre 19, 2005
La organización ecologista Greenpeace considera vergonzoso que el Ministerio de Medio Ambiente haya adjudicado su suministro de electricidad a Iberdrola, sumándose al "engaño verde" practicado por esta compañía. Con esta adjudicación, el Ministerio pagará más por la misma energía, sin que exista garantía ni control alguno de que el origen de la misma sea renovable.

La demanda sigue creciendo en España de forma irracional ante la práctica inexistencia de medidas de ahorro y eficiencia energética

"Es una enorme metedura de pata del Ministerio de Medio Ambiente, que no sólo da un mal ejemplo gastando más dinero por el mismo producto, sino que está contribuyendo al lavado de imagen de la campaña engañosa de Iberdrola" -ha declarado José Luis García Ortega, responsable de proyectos de la campaña de Energía de Greenpeace España- "Si hasta el Ministerio se deja engañar por Iberdrola, imaginemos lo indefensos que están los consumidores de a pie ante la falta de un etiquetado eléctrico que les permita saber el verdadero origen de la energía que compran".

 

El "carácter engañoso" de las campañas publicitarias de "energía verde" de Iberdrola quedó demostrado en un informe de la Comisión Nacional de Energía, en el que daba la razón a todos los argumentos que Greenpeace ha venido denunciando como "el engaño verde" de las eléctricas. Según dicho informe, los certificados "verdes" no dan ninguna garantía de que el consumidor está recibiendo la energía "verde" que cree haber comprado. Además, dicha compra es inútil para el medio ambiente, pues no reduce las emisiones de CO2  (ya que la energía "verde" que les venden es la misma que ya se estaba produciendo) y no ayuda al crecimiento de las energías renovables (ya que no se garantiza que lo que el consumidor paga de más se reinvierta en renovables).

 

Para evitar más engaños, Greenpeace exige al Ministerio de Industria la aprobación urgente  de un etiquetado eléctrico uniforme y fiable, que informe sobre el origen de la electricidad que compramos y sus impactos ambientales en toda la publicidad de las eléctricas y en el recibo de la luz, tal como reclaman consumidores, ecologistas y sindicatos a través de la campaña  "QUEREMOS SABER PARA PODER ELEGIR".

 

Recientemente, la Comisión Nacional de Energía ha expresado que, de acuerdo con Greenpeace, "considera necesario el establecimiento de un sistema oficial y unificado de garantía de origen que permita el etiquetado eléctrico, de tal forma que se consiga la diferenciación de productos dentro del mercado de electricidad, con ventajas no sólo ambientales sino de transparencia y eficiencia, al permitir al consumidor elegir la empresa comercializadora sobre la base no sólo del precio o de la atención al cliente, sino también, en función de la calidad ambiental de la energía que ésta oferta."

 

El etiquetado eléctrico ya es obligatorio según una directiva europea, y debe implantarse ya en España, de acuerdo con el mandato unánime del Congreso de los Diputados, que aprobó en julio una ley que obliga al Gobierno a velar para que todas las compañías eléctricas tengan que acompañar las facturas de una etiqueta, con un diseño uniforme y oficial, que indique con claridad el origen de la electricidad vendida al consumidor y el impacto ambiental producido en su generación.

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