Comunicado de prensa - mayo 13, 2005
En Ulsan, que será la sede de la próxima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), se está construyendo para la ocasión un museo sobre las ballenas y un nuevo parque marino. Pero existen también otros planes muy distintos que no se comunican y que incluyen una fabrica para procesar carne de ballena y un lugar para enterrar ballenas.
Dos Ballenas Yubartas en pleno salto
Por este motivo, Greenpeace, junto con la Federación Coreana del
Movimiento Ambientalista (KFEM), ha instalado en Ulsan una base de
resistencia, o "embajada de las ballenas", en el lugar en el que
será construida esta planta, Alrededor de la base se sitúan un
museo sobre ballenas, con un barco ballenero en lugar bien visible,
y una calle jalonada de restaurantes que sirven carne de ballena.
¿Es Uslan la "ciudad de las ballenas", tal como pretenden, o será
en su lugar la "ciudad de la caza de ballenas?
La Embajada consiste en una gran cúpula verde, dentro de la cual
se informa sobre el agotamiento de las poblaciones de ballenas y se
ofrece un "museo alternativo" sobre estos mamíferos marinos. La
cúpula está flanqueada por dos ballenas hinchables.
Por su parte, la Administración coreana dice que todavía no ha
decidido si votará o no a favor de reanudar la caza de ballenas en
la reunión anual de la CBI.
"¿Por qué iba el Gobierno coreano a invertir en una nueva planta
de procesamiento de carne de ballena y delfín si no hubiera
decidido ya reflotar su industria ballenera? Deberían negarlo si
esto no es así", declaró Jim Wickens, responsable de la campaña de
océanos desde la base de resistencia.
La caza de ballenas está prohibida a nivel internacional pero el
Gobierno de Corea del Sur aprueba el comercio nacional de carne de
ballenas y delfines que han sido capturados de forma accidental en
redes de pesca. Sin embargo, las estadísticas gubernamentales
muestran que en Corea se capturan accidentalmente 100 veces más
ballenas que en países que no permiten el consumo de esta carne.
Los científicos creen que incluso las especies más numerosas en
aguas coreanas, los rorcuales aliblancos, están en serio peligro
por este comercio.
No sólo fuera Corea se cree que es hora de devolver la caza de
ballenas al pasado. Ye-Yong Choi, de KFEM, declaró: "En los mares
coreanos, como en todas partes, las ballenas necesitan protección
urgente. La historia nos ha enseñado que matarlas en nombre de la
ciencia o del comercio ha llevado siempre a su agotamiento. En
lugar de repetir el mismo error una y otra vez, protejamos la vida
de nuestros mares y declaremos un santuario para las ballenas"
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