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Greenpeace pide medidas ambiciosas para reducir el consumo de las furgonetas

La organización también solicita una prohibición de las perforaciones en aguas profundas europeas

Comunicado de prensa - septiembre 28, 2010
La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo vota hoy una normativa que establecerá estándares de emisión de CO2 para las furgonetas que se vendan en Europa y una resolución para prohibir la perforación en aguas profundas en Europa. Greenpeace pide que estas dos medidas salgan adelante y que incluyan objetivos ambiciosos para garantizar la reducción de la dependencia de Europa al petróleo, reducir las emisiones de CO2 y evitar posibles futuros accidentes como el de la plataforma Deepwater Horizon de BP en el golfo de México.

El transporte es el principal responsable de la contaminación urbana.

La propuesta de legislación presentada por la Comisión Europea requeriría a los fabricantes de furgonetas reducir sus emisiones en un 14% entre 2007 y 2016. Los últimos avances tecnológicos han demostrado que es posible reducir el nivel de consumo de las furgonetas que supondría esta medida. Algunos modelos entre los más vendidos ya han alcanzado una reducción de las emisiones de más de un 10% desde 2007.

Greenpeace hace hincapié en la presión que los fabricantes de vehículos está ejerciendo sobre los eurodiputados. Por ello, la organización ecologista les pide que no incluyan en la propuesta de la Comisión Europea una serie de lagunas legales que socavarían los ya débiles objetivos de reducción de las emisiones de CO2 para las furgonetas propuestos para 2016 y 2020.

En la votación de hoy, podrían dar su voto a medidas que permitirían a los fabricantes de automóviles seguir produciendo furgonetas de muy altas emisiones compensándolo con la venta de una cantidad limitada de furgonetas eléctricas, mediante la aplicación de las tecnologías denominadas "eco-innovaciones" (cuyos beneficios ambientales ni siquiera se pueden cuantificar) y por la reducción de las emisiones de CO2 en los coches que producen en lugar que en las  furgonetas.

"Al resistirse a los objetivos de eficiencia que puede alcanzar fácilmente, la industria del automóvil está destruyendo el clima y prolongando la adicción al petróleo de Europa" ha declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña Transporte de Greenpeace. "Produciendo vehículos cada vez más ineficientes, los fabricantes de automóviles animan a las compañías petroleras a asumir cada vez mayores riesgos para extraer petróleo en lugares cada vez más remotos" .

Los vehículos comerciales ligeros constituyen alrededor del 10% de los vehículos de carretera de la Unión Europea (UE) y son responsables de entre el 6% y el 7% del consumo de petróleo europeo. Se prevé un aumento de un 17% entre 2010 y 2020 de su consumo de petróleo y de las emisiones de CO2 de las furgonetas, si no se toman medidas adicionales a las ya en vigor.

Resolución sobre la perforación en aguas profundas

Asimismo, los eurodiputados votan una resolución para prohibir la perforación en aguas profundas en Europa. Greenpeace pide la prohibición total de nuevas perforaciones en aguas profundas de la UE y medidas creíbles para reducir drásticamente el consumo de petróleo, con el fin de eliminar la necesidad futura de importaciones de petróleo proveniente de aguas profundas. Se estima que alrededor del 10% del crudo en la UE proviene de operaciones de perforación en aguas profundas similares a la que realizaba la plataforma Deepwater Horizon de BP en el golfo de México.

"No hay manera segura de extraer petróleo del fondo del océano. Apelamos a la responsabilidad del Parlamento Europeo para que impida cualquier posibilidad de otro desastre ecológico similar al del golfo de México en Europa" ha declarado Pizzinato.

Greenpeace se opone a la extracción peligrosa de petróleo en todo el mundo. La protesta pacífica más reciente de la organización ecologista ha sido evitar que el buque de perforación petrolífera gigante Stena Carron, operado por el gigante energético estadounidense Chevron, diera comienzo a un peligroso programa de perforación en aguas profundas en el Atlántico Norte.

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