© Ralph Lee Hopkins. Vista aérea del Parque Nacional Cabo Pulmo, Baja California. México.
Ante la presión de distintas organizaciones, como Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo (ACCP), Niparajá, Wildcoast/CostaSalvaje, Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Defensa Ambiental del Noroeste (DAN) y Greenpeace en México y en España, la SEMARNAT ha reconocido que otorgó erróneamente la autorización de impacto ambiental al proyecto de Cabo Cortés, ubicado en Baja California Sur.
"A pesar que se cancela el permiso, se da manga ancha para que sea la misma SEMARNAT la que lo modifique según lo que quieran los promotores del proyecto, es decir Hansa Urbana. Esto no es aceptable, con esta cancelación la SEMARNAT debe solicitarle a Hansa un nuevo proyecto para que vuelva a ser evaluado", ha declarado Alejandro Olivera, portavoz de Greenpeace México.
El proyecto se desplegaría sobre una extensión superior a 3.800 hectáreas y contaría con 7,5 kilómetros privados de playa, un puerto deportivo de 490 amarres, dos campos de golf, capacidad para 30.000 habitaciones de hotel y 5.000 viviendas para los trabajadores, es decir una capacidad habitacional casi igual a la de Cancún.
Este desarrollo, tal y como está planteado, es limítrofe con Cabo Pulmo, un Parque Marino Nacional que es parte de la lista del Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, y que en 2008 fue incluido en la lista de la Convención RAMSAR para la protección de humedales de importancia internacional. En ese mismo año, la empresa Hansa Urbana obtuvo la autorización por parte de la SEMARNAT para iniciar la construcción de Cabo Cortés.
Sin embargo, dos años después de interponer un recurso legal, se ha logrado que la SEMARNAT cambiara su postura y reconociera que la autorización no debió otorgarse. Esto pone en evidencia el error de la misma dependencia al dar un permiso de esta naturaleza.
"Si llega a ser edificado, Cabo Cortés podría causar daños irreparables una reserva marina de Cabo Pulmo, ya que ahí se ubica el único arrecife coralino del golfo de California. Por ello, exigimos a la SEMARNAT cancele definitivamente este proyecto, ya se violó el Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos al haber otorgado una concesión a Hansa Urbana para extraer 4,5 millones de metros cúbicos de agua al año y permitir la construcción de una marina que destruirá las dunas costeras", ha señalado Mabel González Bustelo, portavoz de Greenpeace España.
El resolutivo del recurso de revisión interpuesto, firmado por el subsecretario de gestión para la protección ambiental Mauricio Limón Aguirre, reconoce que no se consideró el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) de Los Cabos, que establece que no se puede construir sobre las dunas costeras y que no estaban definidos los impactos de las obras y actividades al área natural protegida de Cabo Pulmo. A pesar de esto, el permiso de SEMARNAT autorizaba la construcción de una marina de 490 posiciones y el dragado de canales.
"Con esto se demuestra que Hansa no ha cumplido con la legislación ambiental mexicana. Es inaceptable que esta empresa que, al igual que otras, ha causado un impacto gravísimo sobre las costas españolas, busque exportar ese mismo modelo, que no sólo consume grandes cantidades de recursos naturales sino que busca hacerlo al margen de la ley", señaló González Bustelo. "Nos alegramos de que las autoridades mexicanas acepten que hubo un error en la autorización del proyecto, pero no es suficiente. Exigimos que cancelen totalmente Cabo Cortés", concluye.