Comunicado de prensa - agosto 10, 2010
Cuando han transcurrido más de dos meses desde que la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo emitiera un informe en el que recomendaba que la participación social en la búsqueda de soluciones al problema de contaminación química y radiactiva de los residuos industriales vertidos por Fertiberia en las marismas del Tinto, la Junta de Andalucía sigue sin responder a la solicitud de Greenpeace para formar parte del comité que estudia el caso.
Toma de muestras en la estación ST3-CRI (marismas de Huelva). Expertos del laboratorio francés CRIIRAD especializado en investigación y medición de la radiactividad han confirmado la gravedad del problema radiactivo generado por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva, a causa de sus vertidos de fosfoyesos radiactivos (más de 120 millones de toneladas en unas 1.200 hectáreas de marismas).
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Tras una visita a la zona el pasado mes de mayo [1], varios europarlamentarios emitieron un informe en el que pedían que: "Cualquier estudio nuevo o futuro proyecto de planificación debería contar con la participación de los peticionarios [...] a fin de contribuir a la identificación de soluciones viables". Sin embargo, y a pesar de haber dirigido una nueva carta a Díaz Trillo, consejero de Medio Ambiente de la Junta, para que hiciera valer las exigencias de Bruselas, la organización ecologista aún no ha obtenido ninguna respuesta.
La pasada semana Díaz Trillo visitó la evolución del proyecto piloto de restauración en la balsas de fosfoyesos, he hizo un llamamiento a la tranquilidad de los ciudadanos, al asegurar que: "La transparencia, la información y la participación son los ejes de una buena política ambiental y esa va a ser la guía en la recuperación de estos terrenos". Sin embargo, los hechos y las actuaciones de la Junta parecen encaminarse en dirección opuesta. Además, ya se han invertido cerca de dos millones de euros de dinero público en buscar soluciones a un problema que ha generado una empresa privada.
Cabe destacar que los planes de la Junta pasan por cubrir con tierra las balsas de fosfoyesos para solucionar el problema de contaminación química y radiactiva, aunque diferentes estudios realizados por Greenpeace en un área restauradas hace 10 años junto a las actuales balsas, se detectó que buena parte de la cobertura arenosa se había erosionado y dejado al aire los fosfoyesos que llegaban de nuevo al río Tinto.
Además, el plan propuesto por la Junta no contempla la retirada de las más de 7.000 toneladas de cenizas altamente radiactivas, contaminadas con cesio 137, depositadas también en la zona. La solución técnica que finalmente se lleve a cabo debería asegurar durante siglos un aislamiento total de los contaminantes arrojados a las marismas del Tinto, y la propuesta presentada por la Junta se ha demostrado no servir.
"La opacidad que está mostrando la Junta de Andalucía, que no quiere contar con la opinión de los colectivos ciudadanos, sólo se puede explicar porque es consciente de que las soluciones son una chapuza ambiental costeada de nuevo por la ciudadanía en vez de por la empresa causante del problema", ha declarado Julio Barea responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace.
Nota:
[1] La visita de los europarlamentarios a Huelva es consecuencia de las denuncias que Greenpeace hizo en Bruselas por el incumplimiento de cuatro Directivas europeas. El pasado día 24 de mayo la Comisión de Peticiones del Parlamento europeo emitió un duro informe en el que recomendaba que Greenpeace y otros colectivos formaran parte de las decisiones y soluciones que se tomaran para remediar el problema de la contaminación causada por los fosfoyesos. Los europarlamentarios afirman también en su informe que la zona debe ser descontaminada para cumplir con las normativas europeas, y adoptar el principio de que "quien contamina paga" en clara alusión a Fertiberia.