Comunicado de prensa - julio 15, 2010
Activistas de Greenpeace cubiertos de “petróleo” han recibido en Bruselas a 18 consejeros delegados de algunas de las mayores empresas petroleras del mundo, que han mantenido una reunión con el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, y el de medio ambiente, Janez Potocnik, para discutir el futuro de las perforaciones en aguas profundas en Europa.
El vertido del Golfo de México evidencia la necesidad de poner fin a las perforaciones petrolíferas en el mar.
Los activistas, con pancartas que decían "Frenad las perforaciones en aguas profundas", pidieron a estas empresas que se retiren de las zonas de aguas profundas, donde es imposible controlar los derrames de petróleo.
Greenpeace apoya la propuesta del comisario Oettinger de introducir una moratoria de facto sobre las perforaciones en aguas profundas en Europa hasta que concluya la investigación sobre las causas del vertido de BP en el Golfo de México y hasta que las normativas europeas tengan en cuenta estos riesgos.
La reunión entre la Comisión Europea, representantes de empresas petroleras y gasistas, y las autoridades nacionales de vigilancia tiene como objetivo verificar que se adecúen los reglamentos de la UE y asegurar que las empresas no estén haciendo recortes en la seguridad.
"Mientras sigue brotando petróleo de los fondos marinos, empresas como BP continúan sus planes para explorar más zonas de aguas profundas como si nada hubiera pasado" ha declarado Christoph von Lieven, experto en petróleo de Greenpeace. "Las consecuencias de un evento como el de BP en zonas como el Mediterráneo, el Mar del Norte o el Ártico sería catastrófico. Es un milagro que no haya habido otros grandes accidentes en los últimos años. Todas las compañías petroleras deben dejar inmediatamente de perforar en aguas profundas. Es hora de poner fin a la adicción al petróleo y reconocer que las perforaciones en el mar entrañan riesgos inaceptables".
El derrame de petróleo en el Golfo de México ha demostrado que las perforaciones en aguas profundas para extraer petróleo son peligrosas y que es imposible mantener bajo control los riesgos técnicos, financieros y medioambientales. Doce semanas después del comienzo del vertido de petróleo del Golfo de México, BP no ha sido capaz de detener la fuga del combustible, uno de los mayores desastres ambientales en la historia de EE.UU.
Greenpeace pide a la UE:
• Prohibir todas las perforaciones en aguas profundas en las aguas de la UE y evitar las importaciones de petróleo de fuentes no convencionales de alto riesgo;
• Adoptar políticas integrales de la UE para reducir la demanda de petróleo en Europa, incluidas normas ambiciosas de eficiencia energética para coches, furgonetas y camiones;
• Desarrollar una visión para un sistema energético completamente renovable para el año 2050 e imponer un precio justo al carbono, comprometiéndose incondicionalmente a un recorte en las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE de al menos un 30% en 2020 sobre los niveles de 1990.