Comunicado de prensa - diciembre 11, 2009
Los gobiernos europeos finalizan la cumbre europea de jefes de Estado admitiendo que no han aumentado su objetivo de reducción de emisiones a un 30% incondicional para 2020 (respecto a 1990). Otra de las conclusiones de la cumbre ha sido el acuerdo de financiación de corto plazo para que los países en desarrollo puedan actuar ante el cambio climático por valor de 2.400 millones de euros al año, a aportar por los estados miembros de la Unión Europea (UE) durante los próximos tres años.
Ecologistas de todo el mundo se han dado cita en Copenhague, para recordar a los gobiernos, su responsabilidad en la toma de decisiones. "Nuestro clima, vuestras decisiones".
Según Greenpeace, mientras cada vez más países anuncian nuevos
movimientos en Copenhague, la UE permanece quieta, rechazando poner
nada más ambicioso sobre la mesa. Asimismo, la organización
considera que la UE está actuando como si Copenhague fuese una
negociación comercial cuando lo que se decide es el futuro de
nuestro planeta. "La actitud de 'esperar y ver' de Barroso y
algunos estados miembros es responsable de esta parálisis", ha
declarado Joris den Blanken, responsable de la política climática
europea de Greenpeace.
"Es importante y necesario acordar la financiación a corto plazo
pero es indispensable que en Copenhague se acuerden objetivos de
financiación para 2020" ha afirmado Aida Vila, responsable de la
campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace España. "¿Cómo
pueden ser ambiciosos los países en desarrollo en sus compromisos
para variar su ritmo de crecimiento de emisiones para 2020 si no
saben cómo lo podrán financiar?".
Los activistas de Greenpeace que fueron arrestados por
participar ayer en una acción pacífica en la cumbre europea están
siendo liberados por la policía belga. Once activistas evadieron la
seguridad para lanzar un mensaje a los gobiernos europeos desde la
alfombra roja que usaban los presidentes y primeros ministros de
los países miembros de la UE. Viajando en una caravana especial de
Greenpeace, los activistas entraron en la cumbre de la UE entre las
delegaciones oficiales de los gobiernos, unos pocos minutos después
del primer ministro checo Jan Fischer y justo delante del primer
ministro británico Gordon Brown.
"Desde el acuerdo de Kioto en 1997, la UE ha ido marcando la
pauta consistentemente en las negociaciones climáticas, logrando
que otros países la siguieran. A mitad de la negociación climática
más importante hasta la fecha no es el momento para que la UE de
repente cambie esa estrategia ganadora", ha añadido el portavoz de
Greenpeace.
Respecto al anuncio del presidente de la UE, Fredrik Reinfeldt,
en la rueda de prensa de conclusiones de la cumbre europea sobre la
financiación a corto plazo para que los países en desarrollo actúen
ante el cambio climático durante los próximos tres años, Greenpeace
considera que el dinero a corto plazo para los países en desarrollo
es necesario, pero los líderes europeos están evitando los temas
realmente cruciales: la financiación de largo plazo y el objetivo
de emisiones.
"El cambio climático no acabará en tres años, las emisiones de
CO2 de los países más pobres no acabarán en tres años, la
deforestación en esos países no acabará en tres años, así que
tampoco debería acabarse el flujo de dinero" ha añadido den
Blanken.