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ACCIÓN/ Comienza la acción de Greenpeace en un barco carbonero en aguas de Algeciras para pedir a Zapatero que actúe contra el cambio climático

Greenpeace pide a Zapatero que deje de subvencionar con dinero público la principal fuente del cambio climático

Comunicado de prensa - noviembre 7, 2009
Tres activistas de Greenpeace han subido al buque de carbón Federico II en aguas cercanas a la Bahía de Algeciras (Cádiz) para pedir a José Luis Rodríguez Zapatero que deje de apoyar el carbón y que acuda a la cumbre del clima en Copenhague a defender un acuerdo para salvar el clima. Galería de Imágenes

Tres activistas de Greenpeace han subido al buque de carbón Federico II en aguas cercanas a la Bahía de Algeciras (Cádiz) para pedir a José Luis Rodríguez Zapatero que deje de apoyar el carbón y que acuda a la cumbre del clima en Copenhague a defender un acuerdo para salvar el clima.

La Guardia Civil ha detenido a diez activistas y un operador de cámara freelance en aguas de la bahía de Algeciras durante la acción de la organización ecologista contra el buque carbonero Federico II.

Desde las once de la mañana, Estrella y Vicenç, protagonistas de la campaña de Greenpeace Activistas por el clima,  participan en esta acción pacífica. Tres activistas, Vicenç entre ellos, se encuentran a bordo del buque Federico II, de 240 metros de eslora y cargada con 88.500 toneladas de carbón procedentes de Colombia de la compañía Drummond (1). El destino de este carbón es la central térmica de Los Barrios (Cádiz), propiedad de la compañía Enel. Greenpeace expone con esta acción que el principal causante del cambio climático es la quema de carbón mientras el Gobierno pretende dar luz verde esta semana a un Decreto para financiarlo.

"José Luis Rodríguez Zapatero no puede pagar a las eléctricas para que quemen carbón, abandonar la lucha contra el cambio climático y pensar que la sociedad no se lo va a tener en cuenta" ha declarado Juan López de Uralde, director Ejecutivo de Greenpeace España.

A falta de 28 días para que comience en Copenhague la cumbre mundial sobre cambio climático, Greenpeace señala al mayor emisor de CO2: el carbón. Un día después de finalizar en Barcelona la última reunión de Naciones Unidas sobre cambio climático, donde los representantes de los países en desarrollo exigieron unánimemente que los países desarrollados reduzcan sus emisiones al menos un 40%, para el año 2020, respecto de los niveles de 1990, y donde destacó muy negativamente el papel de Estados Unidos. Se ha mantenido impasible ante el clamor de los delegados que representan a la aplastante mayoría de la población mundial, que piden socorro frente a la catástrofe climática que se les avecina.

"Mientras los países ricos seguimos quemando y financiando al carbón, y somos incapaces de ponernos de acuerdo para reducir nuestras emisiones, los más pobres sufren ya graves daños por el cambio climático sobre sus economías y sobre sus poblaciones" -ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Cambio climático de Greenpeace.

En España no es posible producir carbón a costes competitivos con el mercado mundial y se importa alrededor del 60%, muy por encima de la media internacional. Por ello, y con la falsa excusa de la seguridad de suministro, se pretende aprobar esta semana un Real Decreto (2) que primará la quema de carbón nacional en las centrales térmicas. Con ello no sólo no se evitará la inevitable desaparición de un sector no competitivo como el carbón, también se perjudicará al medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático, no favorecerá la creación de empleo, aumentará los costes totales del sistema eléctrico, romperá con las reglas del mercado, perjudicará a las energías renovables, será contrario a la normativa europea, y obligará a pagar por el carbón importado en concepto de "lucro cesante".

Según Greenpeace, de esta manera, y en un contexto de crisis económica, se está haciendo falsamente rentable un negocio que pagamos todos y que además incrementa el cambio climático.

"Intentan engañarnos los que dicen que hay que quemar carbón para mantener el suministro y los empleos, y también nos engañan los que dicen que no es posible en Copenhague un acuerdo porque no hay suficiente tiempo", ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña Cambio climático de Greenpeace. 

(1) En Colombia, las comunidades indígenas se están viendo amenazadas y forzadas a abandonar sus tierras para dejar sitio a las minas de carbón. La lucha de los trabajadores mineros para mejorar las condiciones en la mina ha terminado con el asesinato de cuatro sindicalistas en Colombia. Cuatro líderes del sindicato de mineros Sintamienergética, que trabajaban en la mina Drummond -una compañía del carbón de capital estadounidense- en el norte de Colombia, fueron asesinados en 2001 por grupos paramilitares cerca del centro de operaciones de La Loma. El caso fue llevado ante los tribunales estadounidenses para dejar clara la vinculación entre Drummond y los paramilitares, así como la violencia contra los trabajadores en Colombia. Al final Drummond fue declarada "no responsable" de las muertes de los sindicalistas. Fallo del tribunal que, sin duda, ha empeorado las condiciones de los trabajadores y ha exacerbado el conflicto entre el sindicato y la compañía. Éste es sólo un ejemplo de cómo inciden los impactos del carbón en los derechos humanos en Colombia y cualquier otro lugar del mundo. El Carbón, un futuro negro [http://www.greenpeace.org/espana/reports/09-06-12] (2) Greenpeace ha presentado alegaciones a la Propuesta de Real Decreto, se pueden consultar en http://www.greenpeace.org/espana/reports/091030-15