Representantes de Greenpeace, acompañados de un oso polar, han entregado hoy sus peticiones a Pedro Solbes, ministro de Economía, y a Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, con el lema "Zapatero no nos falles, salva el clima"
El Presidente José Luis Rodríguez Zapatero solamente manifestó
su voluntad política y no defendió ningún compromiso concreto de
reducción de emisiones, ni ninguna cifra ni relativa a la
aportación económica para ayudar a los países en desarrollo a
adaptarse al cambio climático, para poner fin a la deforestación y
para cambiar a las energía renovables.
Las medidas anunciadas de destinar el 0,7% del PIB para
desarrollo tecnológico y proyectos de investigación que permitan
combatir el cambio climático son muy insuficientes, e indican que
el Presidente Zapatero no está en el debate internacional sobre la
lucha contra el cambio climático.
Desafortunadamente, en la primera ocasión en que el Presidente
de EE.UU., Barak Obama, se ha dirigido a la ONU primó la retórica,
pero sin contenido ni compromiso. Obama no aprovechó la ocasión y
no dijo qué es lo que los EE.UU. llevarán a la Cumbre del clima de
Copenhague
El discurso del Presidente Obama no mencionó las claves que
están frenando las negociaciones internacionales, ya que no dio
ningún detalle acerca del apoyo financiero para los países pobres
para adaptarse y mitigar el cambio climático. Tampoco habló de los
objetivos a medio plazo para EE.UU., ni siquiera reiteró su
compromiso de mantener aumento de la temperatura mundial por debajo
de 2ºC, o su compromiso anterior para reducir las emisiones de
gases invernadero en EE.UU. en un 80% en 2050.
Por el contrario el presidente chino Hu Jintao anunció que China
va a reducir el CO2 por unidad de PIB en un "margen notable" por
debajo de los niveles de 2005 para el año 2020. Esto, junto con los
anuncios anteriores de China y las acciones, demuestra que este
país está dispuesto a actuar.
El nuevo gobierno de Japón ha emergido como un líder en el seno
de los países industrializados, estos países que durante muchos
años han estado compitiendo para ver quién podía hacer la menor
parte para evitar el caos climático. El reciente compromiso de
Japón a reducir sus emisiones en un 25% en 2020 (por debajo de los
niveles de 1990) es un ejemplo del tipo de liderazgo que hace falta
en las negociaciones.
China, conjuntamente con la comunicación de Japón, plantean a
Obama el reto de aumentar los compromisos de EE.UU.. Se necesitan
reducciones de emisiones en los EE.UU. de al menos el 25% (por
debajo de los niveles de 1990) para el año 2020, y 110.000 millones
de euros anuales para ayudar a los países pobres a adaptarse al
cambio climático, poner fin a la deforestación y cambiar a las
energías renovables.
Con sólo una día de pausa, la siguiente oportunidad clave para
los Jefes de Estado está en la reunión del G-20 en Pittsburgh,
donde el tema de la financiación para combatir el cambio climático
está en la agenda.
Greenpeace está pidiendo a los ciudadanos de todo el mundo que
se unan para que los líderes mundiales sean conscientes de que les
estamos viendo, les estamos exigiendo y estamos esperando que dejen
de lado sus diferencias, para acordar juntos en diciembre un
Protocolo que salve en clima.