Comunicado de prensa - septiembre 9, 2009
Greenpeace celebra que la Comisión Europea haya tomado hoy la decisión de apoyar la inclusión del atún rojo en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Esto supondría la prohibición del comercio internacional del atún rojo del océano Atlántico norte y del mar Mediterráneo.
Atún rojo dentro de una jaula de transporte en Turquía. Junio 2006. Si no se toman medidas urgentes en la gestión del atún rojo en el Mediterráneo, esta especie puede sufrir el mismo destino que el bacalao: el colapso de la pesquería.
"Las poblaciones de atún rojo se encuentran al borde del
colapso. Cualquiera que se oponga a la prohibición de
comercialización de esta especie está anteponiendo intereses
comerciales a corto plazo por encima de la supervivencia de esta
especie", ha dicho Celia Ojeda, responsable de la campaña de
Océanos de Greenpeace.
El Gobierno de Mónaco fue el primero en solicitar a la Comisión
Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en
sus siglas en inglés) la necesidad urgente de incluir el atún rojo
como una especie en peligro dentro del Convenio CITES, en respuesta
a la situación crítica y de sobrepesca de los stocks.
Más tarde se unió el presidente francés Nicolas Sarkozy, quien
realizó una llamada de apoyo a la propuesta de Mónaco. Otros países
de la UE, incluidos Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Polonia y
Austria, también han mostrado su acuerdo con la propuesta.
Greenpeace exige al Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural
y Marino que haga público su posicionamiento ante esta proposición
apoyada ya por los principales países europeos.
"Si el Gobierno español apuesta por la defensa de esta especie
casi en extinción sólo tiene una opción: apoyar la propuesta de
incluir el atún rojo en el Convenio CITES" ha declarado Ojeda.