Incendio forestal en Mombeltran, 28 Julio 2009. Avila
"Desde que comenzó el verano, 25 grandes incendios son
responsables del más del 65% de la superficie quemada en lo que va
de año. No sólo los grandes incendios son ahora más numerosos sino
que, debido al aumento de las temperaturas y la prolongación de las
olas de calor, los incendios son más virulentos" ha declarado
Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de
Greenpeace.
En España, los grandes incendios forestales (superiores a 500
hectáreas) suponen cada vez un mayor porcentaje de la superficie
total quemada anualmente. Dentro de estos grandes fuegos, desde
hace 20 años están ocupando un papel destacado los que tienen lugar
durante fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de
calor.
Bajo estas condiciones pueden derivar en lo que se denominan
Incendios de Alta Intensidad, que se desarrollan en condiciones de
alta temperatura, viento y baja humedad. Son extremadamente dañinos
y peligrosos y su control es imposible si no cambian las
condiciones meteorológicas. Este tipo de incendios también se está
produciendo en zonas urbanizadas inmersas en áreas forestales, lo
que genera un gran peligro para la población y sus bienes.
"Como vimos en Galicia en 2006, recientemente en la isla de La
Palma (Canarias) o en El Arenal (Ávila), los incendios forestales
son cada vez más un problema de seguridad pública" ha señalado
Soto.
El cambio climático se está combinando con el abandono rural y
la falta de gestión de las masas forestales, así como una mayor
relación entre el campo y la ciudad (urbanizaciones, actividades en
la naturaleza, infraestructuras eléctricas, etc) y la persistencia
de las causas (negligencias, accidentes, rayos, intencionados) que
provocan los incendios forestales en España.
Por este motivo la organización ecologista considera que urge
adaptar los ecosistemas a esta nueva realidad y tenerla en cuenta
en la planificación forestal y la política de extinción. Hacen
falta más planes de ordenación de los montes que incluyan la
gestión del exceso de biomasa y la continuidad del combustible. Es
importante diseñar planes de evacuación en zonas urbanas o
periurbanas en entornos forestales así como planificar el diseño de
la vegetación y los jardines.
El informe se detiene en algunos de estos casos producidos en el
área mediterránea, región que según los expertos del IPCC es una de
las zonas más vulnerables del planeta al cambio climático. Se
analizan la ola de calor en toda Europa de 2003 y los incendios
ocurridos ese año en Portugal y el sur de Francia e Italia; el
incendio de Riba de Saelices (Guadalajara) en 2005; la oleada de
incendios de agosto de 2006 en Galicia y los del año 2007 en el
Peloponeso (Grecia) y Tenerife y La Gomera. También se examinan
datos de los numerosos grandes incendios ocurridos durante la
primera mitad del presente verano.
Los incendios forestales suponen el 10% del total mundial de
emisiones de gases de efecto invernadero, que provocan más cambio
climático y generan un círculo vicioso. Ante esta situación,
Greenpeace concluye que es urgente combatir el cambio climático
reduciendo drásticamente las emisiones de gases invernadero. Para
alcanzar este objetivo, la oportunidad más clara es la cumbre
climática mundial que se celebrará el próximo mes de diciembre en
Copenhague.
En esta cita, los líderes mundiales de los países desarrollados
deben comprometerse a reducir un 40% sus emisiones en 2020 respecto
de los niveles de 1990, ya que las emisiones globales deben
alcanzar su pico en 2015 y llegar tan cerca de cero como sea
posible en el año 2050. Deben aportar 110.000 M€ anuales necesarios
para que los países en desarrollo sean capaces de combatir el
cambio climático, financiar la protección de los bosques y
adaptarse a aquellos efectos que ya son inevitables. Por último,
deben establecer un mecanismo financiero para detener la
deforestación y las emisiones asociadas en todos los países en
desarrollo para 2020 y alcanzar la meta de cero deforestación en el
Amazonas, el Congo e Indonesia para 2015.
"Kioto supuso un pequeño paso, Copenhague tiene que ser un salto
de gigante", ha declarado Soto, "y el papel del Estado español en
este compromiso con la humanidad le corresponde a José Luis
Rodriguez Zapatero".