Comunicado de prensa - agosto 7, 2009
Ante la reacción de Nestlé tras su aparición en la lista roja de la Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos, Greenpeace recuerda que la multinacional alimentaria no ha ofrecido garantías de la no utilización de OMG (Organismos Modificados Genéticamente). Nestlé afirmó que no emplea transgénicos en la elaboración de ninguno de sus productos “ya que el consumidor no está a favor de estas materias primas”. Sin embargo, a pesar de los continuados esfuerzos de Greenpeace, no ha entregado a la organización ecologista la documentación que lo prueba.
Observadores de transgénicos comprobando el etiquetado en el Alcampo de Zaragoza
CAMPAÑA DE OBSERVACION Y CONTROL DE TRANSGENICOS EN LOS ALIMENTOS
Mientras Nestlé asegura en su web que su reto es la nutrición,
la salud y el bienestar de sus consumidores, su compromiso es la
búsqueda constante de la calidad "desde la adquisición de las
materias primas hasta la presentación final al consumidor" y su
apuesta es la transparencia, prefiere seguir ocultando a Greenpeace
su verdadera política de transgénicos.
"Es inaceptable que una empresa que se compromete en su página
de internet a facilitar a sus consumidores 'toda la información
sobre transgénicos a través de todos los canales disponibles', siga
mostrando ese grado de opacidad con una organización internacional
que es una de las referencias mundiales en materia de OMG", ha
declarado Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña de
Transgénicos de Greenpeace.
Greenpeace recibe a diario las dudas de muchos consumidores de
Nestlé preocupados por la falta de claridad en las respuestas de la
empresa a sus preguntas. Nestlé afirma cumplir la legislación y que
si utilizaran transgénicos lo harían constar en el etiquetado.
Además del reconocimiento implícito del posible uso de transgénicos
en un futuro que esto significa, Greenpeace quiere recordar que
cumplir la legislación no significa que el ciudadano deje de
consumir transgénicos dado que en España no se han desarrollado los
mecanismos de trazabilidad a los que obliga la legislación Europea
y por ello no es fiable el hecho de que en la etiqueta de un
alimento no figuren ingredientes transgénicos. Además, se permite
la presencia de hasta 0,9% de transgénicos sin obligación de
etiquetado.
Seis países de la UE, entre los cuales se encuentran Francia y
Alemania, han prohibido el cultivo de transgénicos basándose en
amplios análisis científicos. Cada vez hay más datos sobre los
peligros para la salud que suponen los alimentos transgénicos; es
el caso de un estudio publicado por el Gobierno de Austria que
demuestra que la fertilidad de ratones alimentados con el maíz de
Monsanto NK603xMON810 se ve seriamente dañada. Numerosas evidencias
describen los impactos reales y potenciales sobre la salud de
maíces transgénicos, como el MON863 (que España importa) o el
MON810 (que España importa y cultiva) o la patata "Amflora" de
BASF, cuya aprobación el Gobierno apoya a pesar del rechazo por
parte de la Organización Mundial de la Salud, el Instituto Pasteur
o la Agencia Europea del Medicamento.
La inmensa mayoría de los fabricantes ha decido abandonar estos
peligrosos ingredientes. Atendiendo a la realidad de los mercados
de materias primas, es perfectamente posible para una gran empresa
rechazar los transgénicos, como lo siguen haciendo Kraft Foods,
Santiveri, Coca Cola, Heineken y tantas otras.
"Nestlé tiene en sus manos convertir una mala noticia en buena.
Si quiere seguir siendo 'sinónimo de seguridad y confianza para los
consumidores', como afirma en su página web, debe ofrecer a
aquellas organizaciones que representan el sentir mayoritario de la
sociedad civil y de los consumidores toda la información que
acredite que definitivamente abandonan el uso de ingredientes
transgénicos", ha concluido Carrasco.
(1) http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicos/consumo/gu-a-roja-y-verde