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El Director Internacional de Greenpeace afirma que la energía nuclear no es solución contra el cambio climático

Gerd Leipold aboga por el cierre de la central nuclear de Garoña

Comunicado de prensa - junio 30, 2009
El Director Internacional de Greenpeace, el alemán Gerd Leipold, ha comparecido esta mañana ante los medios de comunicación en Madrid, para dar su visión sobre la situación de la energía nuclear en el contexto internacional.

El Director Internacional de Greenpeace, el alemán Gerd Leipold, ha comparecido esta mañana ante los medios de comunicación en Madrid, para dar su visión sobre la situación de la energía nuclear en el contexto internacional.

Asimismo, Gerd Leipold ha animado al Gobierno español a dar ejemplo de liderazgo internacional en energías limpias procediendo al cierre inmediato de la central nuclear de Garoña, lo cual ha considerado como un primer paso necesario para eliminar el mayor obstáculo hacia el nuevo modelo energético basado en las energías renovables: la energía nuclear.

En lo referido a la central nuclear de Garoña, Leipold ha manifestado que "después de Alemania, España es el país que mayor esfuerzo ha hecho en el desarrollo de las fuentes de energía renovable. El paso de cerrar una vieja central nuclear, para seguir apostando por un modelo energético distinto e innovador, debe ser aplaudido y apoyado por ecologistas de todo el mundo. Esperamos que Zapatero siga en este camino y no se deje influir por el poderoso lobby nuclear. El mundo necesita un liderazgo diferente, que nos saque de la inercia que nos lleva hacia el abismo".

En un momento en que la cuestión del cambio climático es motivo de intensas negociaciones, de cara a la Cumbre de Copenhague, Gerd Leipold ha negado que la energía nuclear pueda tener papel alguno en la lucha global contra el cambio climático. Leipold ha enumerado los motivos por los cuales la nuclear no tiene ningún papel que jugar:

- La energía nuclear detrae los recursos necesarios para el desarrollo de sistemas de eficiencia energética y energías renovables, y los sistemas de energía descentralizados necesarios para un futuro sin combustibles fósiles.

Según el Massachusetts Institute of Technology (MIT), para que la energía nuclear tuviera un impacto en las emisiones habría que construir unos 1.000 reactores nuevos, un escenario fuera de la realidad.

- Podemos reducir las emisiones de carbono de manera mucho más barata y efectiva utilizando la energía renovable, y medidas de eficiencia energética.

- Después de medio siglo de producción de peligrosos residuos radiactivos, ni un sólo país del mundo tiene un sistema efectivo de de aislarlos del medio ambiente durante los cientos de miles de años en que seguirán siendo una amenaza.

- La expansión internacional de la energía nuclear incrementaría enormemente los riesgos de atentados terroristas, y de proliferación nuclear. Asimismo, cada vez será más fácil el acceso a material radiactivo susceptible de ser utilizado por parte de grupos terroristas.

- Aunque hubiera recursos, tampoco habría tiempo para construir plantas nucleares que tuvieran el mínimo efecto en las emisiones en los plazos requeridos por el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU).