La nueva directiva, aprobada por el Consejo y el Parlamento
europeos el pasado mes de abri y publicada en el Diario Oficial de
la Unión Europea el pasado 5 de junio, establece por primera vez un
objetivo mínimo obligatorio que puede ser cumplido con todas las
fuentes de energías renovables. En el caso de España, el objetivo
obligatorio para 2020 es alcanzar al menos el 20% del consumo de
energía final con fuentes de energías renovables y el 10% en el
transporte.
Greenpeace y APPA consideran que España puede y debe asumir un
liderazgo europeo y mundial en el desarrollo de las energías
renovables, por lo que en su propuesta incluyen objetivos más
ambiciosos para nuestro país, de forma que las renovables alcancen
en 2020 al menos un 30% del total de la energía final consumida y
al menos un 50% de la electricidad. Greenpeace y APPA presentaron
el pasado 20 de mayo su anteproyecto de Ley de Energías Renovables
en el que se aúna la visión del movimiento ecologista con el de la
patronal de las energías limpias para facilitar la elaboración de
la nueva Ley prometida por el Gobierno. Ambas asociaciones piden al
Gobierno español que actúe con urgencia en la tramitación y
publicación de una Ley de Renovables, que trasponga a la
legislación española la normativa europea en materia de
renovables.
Para Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace,
"España no debe desaprovechar esta oportunidad de liderar la nueva
"economía verde", pero para ser un líder hay que asumir objetivos
de líder y no quedarse en la mediocridad del promedio europeo;
nuestra propuesta de ley es el instrumento que necesita el Gobierno
para cumplir esos objetivos". Según José María González Vélez,
presidente de APPA, "es necesario transponer la Directiva en una
Ley que establezca un marco regulatorio favorable y a largo plazo,
que serán de gran ayuda para reducir la elevada dependencia
energética de España, para cumplir con sus compromisos
internacionales contra el cambio climático, a la vez que
representará una gran oportunidad de negocio para las empresas
españolas del sector de energías renovables, un sector que debe
convertirse así en uno de los ejes centrales dentro de la
estrategia para salir de la actual crisis financiera y
económica".
El Gobierno estaba trabajando en una ley conjunta de renovables
y eficiencia, y recientemente el Presidente del Gobierno ha
anunciado la elaboración de una ley de economía sostenible.
Greenpeace y APPA consideran que, ahora que está en vigor la
Directiva de Renovables que España está obligada a trasponer, es
más eficaz aprobar una ley específicamente de renovables, como la
propuesta por estas dos entidades, e introducir las disposiciones
relativas a eficiencia energética, que no disponen de una Directiva
europea, en la ley de economía sostenible.
Dentro de un año, el 30 de junio de 2010, los diferentes
Gobiernos deben establecer sus Planes de Acción Nacional, hoja de
ruta del desarrollo de las energías renovables, de los que deberán
tener ya listo un avance en enero del próximo año con los
requisitos especificados en la Directiva. Esta urgencia de dar un
fuerte impulso a las energías renovables en la Unión Europea es
fruto de la necesidad de asegurar el suministro energético mediante
fuentes de energía autóctonas que contribuyan eficazmente a la
lucha contra el cambio climático.
Entre las buenas intenciones y la voluntad de los Gobiernos
El espíritu y la norma de la nueva Directiva europea de
Renovables coincide con las propuestas realizadas por Greenpeace y
APPA, al pedir para todas las tecnologías renovables estabilidad
regulatoria, simplificación administrativa y facilidad de acceso a
la red , y pedir a los Gobiernos que eliminen las barreras no
económicas para el desarrollo de las energías limpias. Sin embargo,
las últimas regulaciones del Gobierno español suponen todo lo
contrario, como es el caso del RDL 6/2009, recientemente aprobado
en el Congreso de los Diputados con los votos favorables del PSOE,
CIU y PNV, la abstención del PP y el voto en contra de todo el
Grupo Mixto.
APPA y Greenpeace valoran positivamente la nueva Directiva de
Energías Renovables, ya que da la oportunidad al Gobierno español
de realizar una apuesta decidida por el sector de las energías
renovables. Esa es la filosofía de su propuesta conjunta de Ley, la
de mejorar un sistema de apoyo a las energías limpias que ha
servido de modelo en toda Europa.