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Greenpeace pide la suspensión del Director de Seguridad de EDF, el contra almirante Durieux

Comunicado de prensa - abril 4, 2009
Esta mañana en París, los investigadores de la Oficina Central de Lucha Contra la Delincuencia Tecnológica (OCLCTIC) francesa han estado tres horas en las oficinas de Greenpeace Francia. Según la información que Greenpeace ha podido conocer, el espionaje del que la organización ecologista y pacifista Greenpeace ha sido víctima procede de un experto bien dirigido.

La compañía eléctrica estatal francesa EDF, investigada por espiar a Greenpeace

Greenpeace Francia ha afirmado que está dispuesta a proporcionar los elementos necesarios, copias de seguridad y ordenadores afectados a fin de que estos actos de extrema gravedad se aclaren.

Greenpeace ha pedido al Sr. Borloo, Ministro con competencias sobre la compañía eléctrica pública gala Electricité de France (EDF), y a su Presidente, el Sr. Gadonneix, que afronten las consecuencias de esas prácticas de la época de la Guerra Fría. Según la organización, estas sucias maniobras no son aceptables en una democracia. Las funciones del Director de Seguridad de EDF, el contra almirante Durieux, deben ser suspendidas hasta que se aclare el caso.

"Tres días después de la explosión de este escándalo, la línea defendida por EDF y Kargus Consulting ya no se sostienen", ha declarado Pascal Husting, director ejecutivo de Greenpeace Francia. "No son actos aislados de un hacker irresponsable. Todos los datos demuestran una clara intención de espiar  todo nuestro trabajo. ¿Con qué objeto? ¿De qué tiene miedo EDF?", añadió Husting.

"Con la técnica utilizada es seguro que Kargus Consulting tuvo acceso a mucha información sobre Greenpeace", ha afirmado Loic Prévotat, jefe del departamento informático de Greenpeace Francia. "Uno puede preguntarse en qué medida los servidores internacionales de la organización no se han visto también afectados. No tenemos medios técnicos y financieros para protegernos contra los actos de piratería profesional patrocinada por las grandes empresas", ha añadido Prévotat.

En contraste con la EDF, Greenpeace no tiene nada que ocultar. En 2006, Greenpeace, alertó a la ciudadanía de la vulnerabilidad de la central de Flamanville mediante la publicación de un documento clasificado. Sin embargo, este fue el momento en que la EDF había tomado la decisión de establecer su reactor EPR en Flamanville como escaparate, y así comercializarlo por todo el mundo. Claramente, EDF ha considerado que todo lo que podría ser perjudicial para sus ambiciones comerciales debía ser espiado y torpedeado, en total desprecio de la ley.

En aquel momento, como hoy, Greenpeace señaló con el dedo lo insensato de ese proyecto industrial que es el reactor EPR, el cual no es necesario para Francia desde el punto de vista energético, puesto que Francia  exporta electricidad; es muy caro; y es muy poco creador de empleo. Greenpeace recuerda que, a igualdad de inversión, el ahorro de energía y las renovables crean quince veces más empleos que las nucleares. El uso de la energía nuclear ahoga la aplicación de cualquier solución real en la lucha contra el cambio climático.

Además, desde 2006, el escaparate de la industria nuclear que debía ser Flamanville (al igual que el de Olkiluoto-3, en Finlandia, otro reactor EPR) se ha hecho pedazos: la obra lleva años de retrasos y el presupuesto ya ha superado el 20% las previsiones iniciales, En cuanto a las obras del EPR finlandés de Olkiluoto-3, su factura ha aumentado un 50% y acusa la friolera de 38 meses de retraso. Greenpeace seguirá diciendo: en Francia como en Finlandia, el EPR es un naufragio industrial, energético y económico.

Greenpeace es una ONG ecologista y pacifista, que trabaja en 42 países para denunciar las agresiones al medio ambiente y proponer soluciones. Actor clave en la sociedad civil, produce informes de análisis científico y tomas de posiciones públicas gracias al apoyo 117.000 miembros en Francia, 105.000 en España y más de 3 millones en todo el mundo.