Página - noviembre 4, 2010
Los gobiernos acordaron en 1997 el Protocolo de Kioto. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, sólo después de que 55 naciones que sumaban el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero lo ratificaran. En la actualidad 175 países lo han ratificado, aunque hay grandes ausencias como la de Estados Unidos o Australia.
Greenpeace ha querido destacar en su 25 aniversario en España la necesidad de hacer frente al mayor problema medioambiental de nuestros días: el cambio climático.
Su objetivo es conseguir reducir un 5,2% las emisiones de gases de efecto invernadero globales sobre los niveles de 1990 para el periodo 2008-2012. Este es el único mecanismo internacional para empezar a hacer frente al cambio climático y minimizar sus impactos.
Para ello contiene objetivos legalmente obligatorios para que los países industrializados reduzcan las emisiones de 6 gases de efecto invernadero de origen humano: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6).Desde 1998 han habido varias Conferencias de las Partes o COPs.
La última fue en Copenhague pero los políticos que asistieron no lograron firmar el acuerdo justo, ambicioso y vinculante que el clima necesita para evitar que la temperatura media global aumente en más de 2ºC. Tras este fracaso, la cumbre mundial de México es crucial para salvar el clima. De esta cumbre, Greenpeace espera:
-Los gobiernos de todo el mundo acuerden el segundo periodo de compromiso Protocolo de Kioto que empezaría a partir de 2012 y establezcan un segundo protocolo, en el que queden recogidos los objetivos de reducción de emisiones de todos los países industrializados.
-Los países industrializados se comprometan a reducir sus emisiones en un 40% para 2020, tomando como base los niveles de 1990, y que, como mínimo, las tres cuartas partes de estas reducciones se alcancen a nivel interno.
-Los países industrializados generen los fondos necesarios para que los países en desarrollo puedan hacer frente a las inversiones en energías renovables y asumir las demás acciones de mitigación y de protección de los bosques necesarias para que estos países puedan alcanzar el objetivo.
-Los países en desarrollo asuman su parte del esfuerzo en la lucha contra el cambio climático y se comprometan a desviarse entre un 15% y un 30% del crecimiento de emisiones que experimentarían en 2020 si no adoptasen medidas de mitigación.
-Todos los países establezcan un mecanismo financiero para detener la deforestación mundial en 2020.