Página - noviembre 26, 2014
Greenpeace España se enfrenta al juicio más duro en sus 30 años de historia.
16 activistas y un fotoperiodista independiente se exponen a posibles penas de dos años y ocho meses de cárcel por una protesta pacífica para denunciar el peligro en la central nuclear de Cofrentes (Valencia) el 15 de febrero de 2011. Además, la organización ecologista podría tener que afrontar un pago de 357.371 euros en concepto de multas e indemnizaciones como presunto responsable civil subsidiario.
Lo/as activistas encausados entraron en el recinto y pintaron “PELIGRO NUCLEAR” sobre una de las torres de refrigeración de la central nuclear y expusieron así la falta de seguridad de la planta. El fotoperiodista independiente cubrió la protesta en el ejercicio de su profesión.
Greenpeace nunca ha eludido la justicia, aunque sí pide proporcionalidad. No puede salir más caro defender el medio ambiente que destruirlo, porque "Defender el medio ambiente es un DEBER. Protestar, nuestro DERECHO", tal y como se establece en el artículo 45 de la Constitución.
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