Página - noviembre 4, 2010
La certificación y el etiquetado de los productos sirve para identificar aquellos que cumplen ciertas normas mínimas, como criterios de calidad, producción ecológica, comercio justo o sostenibilidad. Sin embargo, Greenpeace opina que ninguno de los sistemas de certificación vigentes es totalmente fiable.
Activista de Greenpeace distribuyendo la Lista Roja de Especies Pesqueras en un supermercado.
Durante la última década se han desarrollado distintos sistemas de certificación de productos pesqueros que alegan que el pescado que certifican ha sido capturado o criado de forma sostenible y que son la mejor opción de compra para los consumidores.
El Consejo de Administración Marítimo (MSC) tiene sede en Londres y varias oficinas regionales. Supervisa dos certificaciones. La primera se aplica al etiquetado del producto y se refiere a la sostenibilidad de la actividad de pesca hasta el desembarco del pescado (sin incluir la acuicultura). La otra se aplica a la cadena de custodia desde el desembarco hasta la venta.
Greenpeace no apoya la certificación MSC debido a que los criterios ambientales no son suficientemente sólidos (las normas no tratan de forma adecuada asuntos críticos para la sostenibilidad pesquera, como la sobrepesca y los impactos de la pesca destructiva), el proceso de objeciones no es accesible para todos y los principios socio-económicos no están lo suficientemente integrados o incluso ausentes en sus procesos.
Friends of the Sea (FOTS) gestiona dos sistemas de certificación, uno para productos de acuicultura y otro para productos pesqueros, incluyendo en ambos la trazabilidad y la cadena de custodia. Al igual que en MSC, los requisitos ambientales no son suficientemente fuertes, el proceso de objeciones no es accesible a todos, los principios socio-económicos no están bien integrados y además hay ausencia de profesionalidad y transparencia y poca implicación de las partes interesadas en el desarrollo de las normas y en el funcionamiento del sistema.
Para Greenpeace, un programa de certificación debe incluir:
- normas claras y sólidas que aborden adecuadamente la situación de nuestros océanos, incorporando principios fundamentales como el de precaución y un enfoque ecosistémico en la gestión de las pesquerías;
- implicar a un amplio abanico de partes interesadas en todos los procesos del programa
- ser totalmente transparente en su metodología;
- ser evaluados y supervisados por organizaciones externas e independientes.