A la empresa Fertiberia de Huelva y a todos quienes la han apoyado (Junta de Andalucía, Ministerio de Medio Ambiente, partidos políticos y sindicatos de Huelva) en su actividad, claramente fuera de la ley, se les acaba el tiempo. En un largo proceso con juicios, recursos, súplicas y sentencias, parece que por fin la justicia velará por los intereses generales y la preservación del medioambiente. Eso es al menos lo que el último Auto de la Audiencia Nacional dictamina. Antes de finales del mes de diciembre de 2010 los vertidos de fosfoyesos deben cesar y se debe recuperar la zona.
La empresa de fertilizantes Fertiberia desde su planta de Huelva ha causado lo que Greenpeace, el Comité de Peticiones del Parlamento europeo y la ciudadanía de Huelva han denominado el mayor caso de contaminación industrial de Europa. Esto es una auténtica catástrofe sanitaria y ambiental para la zona. A pesar de ello, la empresa ha seguido vertiendo y contaminando la ría del Tinto y la propia ciudad.
Por fin, el día 17 de febrero de 2010, el alto Tribunal para los pies a Fertiberia y dictamina que el tiempo de burlarse de las leyes y de los ciudadanos ha terminado. A la empresa le queda ahora hacer bien las cosas. Es imprescindible poner en marcha un ambicioso plan de descontaminación de la zona, costeado por la empresa, en el que tengan cabida los trabajadores. Es una oportunidad para mantener y crear nuevos empleos, especializados y con futuro (como ya se está haciendo en Flix-Tarragona), ya que las tareas de limpieza se tendrán que acometer durante lustros, dando el volumen del problema.
Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace