Hoy he estado en Barcelona para informarme de cómo iría el referéndum sobre la reforma de la Avenida Diagonal de Barcelona junto con los demás grupos de la Plataforma Diagonal per a Tohom.

No ha habido sorpresa . El 80% de los ciudadanos que participaron en la votación se decantaron por la opción C = no nos gusta ninguna de las opciones propuestas por al Ayuntamiento. Y es que esta semana se ha hablado de todo sobre la Diagonal, menos de movilidad. Ha habido un déficit importante en la comunicación del proyecto que ha impedido que la ciudadanía estuviera bien informada. Se han maximizado cuestiones como el coste, plazos de obra, o desvío del tráfico, mientras casi no se ha hablado de  aspectos mucho más importantes, como son la capacidad del nuevo transporte público y de la movilidad no motorizada para absorber la mayor parte de la demanda actual, o la reducción de la gravísima contaminación, el cambio climático, los accidentes y el ruido que juntos cuestan alrededor del 4% del PIB catalán.

Aún así, la opción "C" no niega la necesidad de la reforma ni la prioridad para la movilidad sostenible en la Diagonal, lo que nunca ha sido el objeto de la consulta popular. Hay que recordar que todos los grupos políticos municipales, salvo el Partido Popular, acordaron en 2008, la reforma de la Diagonal, como prioridad para la movilidad sostenible y acordaron hacerlo a través de consulta ciudadana para elegir el proyecto.

Tampoco hay que olvidar que el Plan Director de Infraestructuras 2001-2010 de la Autoridad del Transporte Metropolitano opta porque sea el tranvía la espina dorsal del transporte en la nueva Diagonal. También hay que recordar las mociones aprobadas por los Ayuntamientos de Sant Feliu de Llobregat, Sant Just Desvern, Sant Joan Despí, L'Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià de Besòs y Badalona, que entre otros municipios ya disfrutan de este servicio para conectar las dos redes.

Se ha propagado una idea totalmente perversa sobre el proceso: "reformar la Diagonal colapsa el Eixample", haciendo que se extendiera el miedo entre las personas a las que se consultaba. Por otro lado, desde el campo político no se ha hecho ninguna pedagogía sobre movilidad sostenible; se ha dado excesiva relevancia a aspectos visuales y formales, sin aducir las razones que justifican de forma indiscutible este cambio necesario para la avenida y que siguen creando los mismos problemas y las mismas desigualdades.

En cualquier caso hay que mirar adelante y que el Ayuntamiento no rechace ahora sus deberes, ya que sigue siendo su obligación actuar sobre la Diagonal para mejorar su oferta de movilidad alternativa al coche. Así que todos los grupos políticos deberían generar de inmediato una nueva propuesta de reforma que dé contenido a la opción "C" y pueda ser mejor consensuada.

Entre los participantes de la plataforma Diagonal per a Tothom estamos decididos a seguir trabajando como hasta ahora, ya que sigue pendiente dar prioridad a la movilidad eficiente en la Diagonal y en el Eixample, y asegurar así una solución a la congestión y mejorar el respeto por el medio ambiente, la salud y calidad de vida de los ciudadanos.

Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace