Tu barco de papel llega a Bruselas

¡Sprijiniti pescuitul sustenabil! Con este mensaje en rumano comenzaba el tour del Arctic Sunrise hace ya casi tres meses. Era solo el comienzo de un apasionante tour en apoyo de la pesca sostenible, en el que los idiomas de las pancartas de Greenpeace iban cambiando al ritmo que el barco visitaba nuevos puertos: Rumanía, Bulgaria, Grecia, Croacia, Eslovenia, Italia, España, Francia y Reino Unido; todos bajo un mismo lema: ¡Apoyamos la pesca sostenible! y ¡La pesca sostenible es el futuro!

En cada puerto, el mítico barco Arctic Sunrise se ha llenado de vida, ha abierto sus puertas y ha acogido a los auténticos protagonistas de la campaña: los pescadores artesanales, que conocen y aman cómo nadie la mar, comparten dificultades, y llevan años viviendo con preocupación la esquilmación de los recursos pesqueros, cuyos niveles de sobreexplotación se estiman ya en un 75%.

Los pescadores artesanales están ahora más unidos que nunca, y juntos claman políticas justas a la Unión Europea, políticas en las que se deje de premiar a las pesquerías más destructivas, y en las que se refleje un apoyo valiente a las técnicas de pesca sostenibles, las únicas que garantizan la recuperación de los stocks y el mantenimiento de un sector que ha practicado durante décadas una pesca selectiva, local y respetuosa con el medio marino, y que solo en España da empleo a 22.000 familias; a pesar de que en los últimos 20 años son ya 52.000 los empleos perdidos en este sector, mientras que la pesca industrial más destructiva se ha hecho con las mayores cuotas y gran parte de las subvenciones de dinero público.

Pero los pescadores artesanales no están solos al reclamar un cambio profundo en la Política Pesquera Común. A lo largo del todo el tour del Arctic Sunrise sus voces se han visto acompañadas por las de miles de personas que ya han mostrado su apoyo a una reforma justa y ambiciosa de esta normativa europea que se está debatiendo en los despachos de Bruselas, y que será la que decida quién, cómo, cuánto y dónde pescará la flota europea a lo largo y ancho de todos los océanos del planeta. Tampoco han faltado a bordo del Arctic Sunrise representantes de las futuras generaciones, miles de niños y niñas que escuchaban expectantes a los voluntarios de Greenpeace y a los tripulantes del mítico barco, que les explicaban por qué su propio futuro dependía de esta reforma de la Política Pesquera Común.

Estos niños, junto a pescadores, políticos, periodistas y ciudadanos de toda Europa han comprendido el problema de la sobrecapacidad pesquera (demasiados barcos para tan poco pescado), han mostrado ya su apoyo a la pesca sostenible, y han dejado sus deseos escritos en más de 100.000 barquitos recogidos por toda Europa, en los que se podían leer mensajes como “océanos con vida”, “pescado para el futuro” o “queremos el fin de la pesca destructiva”.

Esta inmensa flotilla de barquitos de papel, está ya camino de Bruselas, a donde llegará esta tarde, justo a tiempo para que todo este clamor social se tenga en cuenta durante las negociaciones internas del trílogo, Comisión, EuroParlamento y Consejo de Ministros. Se los entregamos en nombre de todos los que habéis visitado el Arctic Sunrise, de todos los que habéis escrito vuestro mensaje de apoyo en un barquito de papel, o habéis creado vuestra flotilla virtual, y lo hacemos porque no tenemos más tiempo, porque la pesca de la flota europea de los próximos diez años depende de esta reforma de la PPC.

Ahora es el turno de los Ministros y Euro-Parlamentarios, es el momento de que la Unión Europea admita que “La pesca sostenible es el Futuro”, y que se cumplan así las demandas de la sociedad, porque el futuro de los océanos y el nuestro está en juego, y no hay tiempo que perder.

Si aún no has firmado para demandar una pesca sostenible y una reforma justa de la PPC, puedes hacerlo ya y hasta el próximo 8 de junio, día mundial de los océanos. ¡Para que todos los días sea el Día Mundial de los Océanos!