Estamos en el ecuador de la reunión de la conferencia de las partes del Convenio Marco sobre cambio climático que se está celebrando en Thianjin (China), la última sesión de negociación climática antes del a COP15 que se celebrará en Cancún a finales de noviembre.

Las ONG han construido un muro en la entrada del recinto con imágenes del cambio climático para recordarle a los negociadores que no hay tiempo que perder. El domingo se celebra el Día de Acción Global contra el Cambio Climático y millones de personas van a movilizarse y a demostrar que disponemos de las soluciones a la crisis climática, solo nos hace falta la voluntad política de nuestros dirigentes para aplicarlas.

Es indispensable hacerlo y cada vez queda menos tiempo: recordemos que, según las recomendaciones de los expertos, las emisiones globales tienen que llegar a su punto máximo en 2015 para luego descender a toda prisa hasta llegar a niveles cercanos a cero hacia mitad de siglo. Sólo así será posible no superar el temido umbral de los 2ºC de aumento de temperatura. Sin embargo, de acuerdo con los compromisos de reducción de emisiones que están actualmente sobre la mesa la previsión es de alcanzar casi los 4ºC de calentamiento global.

La responsabilidad de aumentar los compromisos de reducción de emisiones es, en primer lugar, de los países industrializados pero no se deciden a hacerlo y siguen primando los intereses del sector de los combustibles fósiles que no quiere renunciar a su negocio millonario, aunque sea a costa de seguir aumentando las emisiones de CO2.

Un buen ejemplo es el de España:  ubicado en  una de las zonas más vulnerables al cambio climático, la cuenca mediterránea, y siendo uno de los países que más podrían beneficiarse del impulso de la energía renovable, ya que somos uno de los líderes mundiales en su producción, la posición de nuestro país en la Unión Europea se caracteriza por:

* No apoyar a los países europeos que ya están pidiendo un aumento del compromiso de reducción de emisiones europeo al 30%, porque genera empleo en el sector de las energías renovables e importantes ahorros en salud, importación de combustibles fósiles y prevención de la contaminación.

* Seguir presionando para que la UE amplíe el régimen de ayudas al sector del carbón y aprobar un Real Decreto de apoyo a la quema de carbón en las centrales térmicas, en lugar de garantizar el futuro del minero mediante la reconversión de un sector que esa destinado a desaparecer.

Si no fuera porque hay millones de vidas que corren peligro por culpa del cambio climático, podría parecer una de estas películas antiguas en las que “Spain is different” y hasta podría llegar a hacernos gracia...

Aida Vila, responsable de la campaña de Cambio climático de Greenpeace

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