La energía en la acampada de Puerta del Sol es también solar. Los concentrados han instalado placas solares fotovoltaicas para autoabastecer sus ordenadores portátiles, teléfonos y otros equipos móviles.

Según informaron sus portavoces, y como no podía ser de otra forma, el medio ambiente se incluye entre las preocupaciones del movimiento 15M, que ha organizado una comisión específica para debatir acerca de sostenibilidad. El cierre de las nucleares o eficiencia energética son algunas de las cuestiones que han empezado a debatir.

Y es que la energía solar es ya parte de nuestro presente y tiene que serlo también de nuestro futuro. En el último informe que presentamos junto con la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica (EPIA) demostramos que la energía solar fotovoltaica podrá suministrar el 5% de la demanda mundial de electricidad para 2020, y hasta un 9% para 2030.

Desde Greenpeace estamos seguros de que en muy pocos años, el sol nos proporcionará un cambio revolucionario: la electricidad obtenida del sol en los propios edificios pasará a ser más barata que la que nos suministra la red eléctrica. Por eso no se entiende el error histórico del Gobierno español, que ha frenado en seco el desarrollo de la energía solar en nuestro país. ¿Por qué no se apuesta por una industria que ya emplea a unas 230.000 personas a escala mundial y podría dar empleo a 5 millones de trabajadores en 2050?

El título de este post me lleva a otro “espacio” en donde también se habla sobre las energías renovables: el libro Solar, de Ian McEwan.

Aunque el tema sea tan importante, McEwan elige para hablar de él una parodia, la de un arribista y grotesco personaje que, encumbrado por el premio Nobel que ganó de joven, se lanza a una carrera por el estatus social y económico que puede granjearle dar con la solución a todos problemas energéticos del mundo. Que nadie espere un mensaje ecológico. McEwan no insulta nuestra inteligencia con un panfleto. Lo curioso de la novela es que ese personaje que personifica todos los vicios es también la clave para dar con la solución, la encarnación de la ciencia que tiene el potencial de salvar una humanidad en peligro. El mensaje encerrado en estas páginas es también que, a no ser que el sector de las energías renovables se convierta en una panacea económica para los individuos, el bienintencionado deseo de salvar a la humanidad de la debacle no va a bastar.

Lectura interesante en tiempos interesantes.

Miren Gutiérrez, directora ejecutiva de Greenpeace España
(Publicado en Diario Vasco)

- Campaña de Cambio climático de Greenpeace