Hoy necesito un toque positivo. Y por ello me he animado a escribir sobre un trabajo que Greenpeace lleva desarrollando hace ahora más de 30 años y que la mayoría de la gente desconoce.
Mientras los gobiernos discuten y se pierden en palabrería y procesos burocráticos, otros deciden pasar a la acción. Aunque suene raro viniendo de alguien que trabaja para Greenpeace, estoy hablando del sector corporativo. Si. No me he vuelto loca… Y es que hay un movimiento creciente en este sector que comienza a ser consciente de que el ´Business as Usual´ ya no es una opción rentable ni sostenible a largo plazo. Los más progresistas incluso se atreven a decir que son ellos los que pueden liderar la tan ansiada transición a un mundo más coherente y más humano y en definitiva, a un sistema que nos permita estar en armonía con nuestra madre tierra.
Al fin y al cabo, es ella la que nos provee de los recursos necesarios para subsistir. Un ejemplo claro de acción corporativa es el que se está produciendo en el sector de la refrigeración. En nuestro día a día usamos productos químicos para refrigerar nuestros refrescos o nuestro heladito de verano, también para aclimatar nuestra casa, la oficina o incluso el coche. Los más comunes son llamados: HFCs. Si has nacido antes de los 80 te sonarán. Sí! Esos! Los primos hermanos de los famosos CFCs que casi nos dejan sin capa de ozono. Pues bien, ahora ya no usamos CFCs pero usamos HFCs. Estos nuevos químicos no destruyen la capa de ozono pero son una amenaza creciente para el clima. El consumo de estos gases en países en desarrollo será 8 veces mayor que en países desarrollados para el 2050. Ainssss dá vértigo. Pero no caigamos de nuevo en el desasosiego. Tranquilos. Aquí también hay esperanza y a diferencia de otros casos, las empresas más progresistas han tomado un camino alternativo. Y Greenpeace tiene algo que ver con todo eso.
A principios de los 90, Greenpeace se propuso buscar una solución alternativa a los tóxicos HFCs y la encontró: Los Refrigerantes Naturales. Una alternativa ecológica y comercialmente atractiva. Gigantes como Coca-Cola o Unilever - tras ser amenazados con una campaña pública durante los juegos Olímpicos de Sídney que ambos sponsorizaban -accedieron a sentarse con nosotros en la mesa de negociación y escucharnos. Greenpeace les explicó que la tecnología con refrigerantes naturales no es únicamente una solución sostenible para el clima sino también una oportunidad comercial.
El resultado de las conversaciones fue excepcional. Ambas empresas apostaron por nuestra propuesta y en el 2004 crearon con nuestro apoyo y del PNUMA, una innovadora alianza corporativa cuyo principal objetivo sería reemplazar la tecnología de HFCs a favor de refrigerantes naturales. Dos años más tarde Pepsico se unió. Si! Pepsicola y CocaCola trabajando hombro con hombro y con apoyo de Greepeace. Suena todo totalmente surrealista. ¿verdad? Pero lo surrealista se ha convertido hoy en realidad.
A día de hoy, esta iniciativa ha dado lugar al desarrollo de diversas tecnologías de refrigeración que no usan gases nocivos de origen químico y que son totalmente respetuosas con el medio ambiente. Y aún hay más. Los miembros de esta alianza, hemos sido capaces de desarrollar una relación madura y constructiva que ha dado lugar a frutos impensables hace unos años.
Por ejemplo, te imaginas: ¿a Unilever y a Greenpeace abogando por una misma causa? Sucedió en el 2009. Unilever quería hacer uso en EEUU de la misma tecnología limpia que utiliza en Europa. Greenpeace les brindó ayuda poniendo a su disposición nuestros conocimientos y red de contactos con la Agencia de Protección Ambiental en ese país (EPA). Ello les sirvió de guía en el difícil y burocrático proceso. Hoy en día, Unilever está testando por primera vez en la historia de EEUU la tecnología que una vez Greenpeace desarrolló. Casi al mismo tiempo Unilever era objeto de nuestra campaña de bosques.
En el año 2010, tras años de colaboración con Greenpeace en este tema, Coca-Cola se comprometió públicamente a eliminar los HFCs en todas sus nuevas máquinas expendedoras y refrigeradores para 2015.
Todo esto sirvió para demostrar que ya no hay excusa para que otras empresas no hagan lo mismo. Coca-Cola y Unilever así lo han entendido y por ello en 2011 y en colaboración con Greenpeace persuadieron a un consorcio de más de 650 minoristas y fabricantes del sector de bienes de consumo - Consumer Goods Forum (CGF)- a que se comprometiera de forma no vinculante a eliminar los HFC de todo sus nuevos equipos de refrigeración a partir del año 2015.
Este es un ejemplo excelente de cómo el poder corporativo y las colaboraciones más inusuales pueden utilizarse en beneficio de un futuro más sostenible y dar lugar a la transformación que tanto nuestro planeta como las futuras generaciones necesitan y se merecen. Pues eso, que como dice mi abuela: Si hay trato, el perro y el gato pueden ser amigos.
Paula Tejón Carbajal, business advisor
Imagen CEDIDA animalfiel.es